PÚBLICO: Un 'sin papeles' consume menos medicamentos que un español medio: su gasto farmacéutico le cuesta al sistema sanitario público menos de la mitad. El Departamento de Salud del Gobierno de Aragón cuestiona con cifras uno de los estereotipos negativos más extendidos acerca de los inmigrantes, el que señala que su salud supone un alto coste para las arcas públicas.
El gasto famacéutico –la aportación pública para adquirir medicamentos- que originaron los 7.761 extranjeros 'sin papeles' que en el verano de 2012 fueron excluidos del sistema sanitario público en Aragón por orden del Gobierno central había sido, en el primer semestre de ese año, de 96.328,39 euros. Eso arroja una media de 2,07 euros por persona y mes, según señala el consejero de Salud, Sebastián Celaya, en una respuesta parlamentaria a la diputada autonómica del PAR (aragonesistas de centro-derecha) Berta Zapater.
El gasto generado por el mismo número de aragoneses con perfiles similares de edad, sexo y tipo de aportación se habría elevado a 4,76 euros mensuales en el primer semestre de este año.
"Sorprende poderosamente", señala el consejero, que "los antecedentes reales" de ese colectivo dieran un resultado de 2,07 euros por persona y mes "frente a los [hasta] 5,43€ de la estimación" del gasto actual de los aragoneses y "sin que el coste de la prestación farmacéutica se haya incrementado en esa proporción".
Celaya hace referencia a "trabajos publicados, algunos de ellos realizados en Aragón, que ponen de manifiesto que el consumo del colectivo de inmigrantes extranjeros es sensiblemente inferior al de la población autóctona, debido tanto a factores sanitarios como culturales".
En este sentido, y a la vista de los datos, se inclina por "pensar en una menor utilización de los recursos sanitarios y un menor consumo farmacéutico por parte de este colectivo motivado por factores sanitarios, culturales y sociológicos acentuados por sus características de recién llegados, lo cual corregiría a la baja todos los cálculos efectuados anteriormente".
La postura del consejero aragonés ratifica otras como la del Instituto de Estudios Fiscales, que en 2010 estimó que el coste sanitario de la población extranjera se situaba en una horquilla del 64% al 77% de la media estatal.
Un estudio realizado el año pasado por tres profesores de la Universidad Pontificia de Salamanca considera de "erróneo pensar que los inmigrantes de países menos desarrollados residentes en España utilizan de forma abusiva el sistema sanitario público puesto que la frecuencia de acceso es similar a la de los nacionales". "También se ha constatado -añade- que tienen mayores dificultades de acceso a los recursos sanitarios que la población autóctona".
En este sentido, el colegio aboga por "desterrar la idea de que tanto los inmigrantes ilegales como los pensionistas, se aprovechan del sistema sanitario sin contribuir a su sostenimiento, puesto que sí lo hacen a través del pago de estos impuestos indirectos".
La respuesta parlamentaria indica que, "si bien el gasto medio del colectivo [de extranjeros sin papeles] ha sido muy reducido", algunos de ellos consumieron en ese semestre medicamentos por un valor netamente superior: 202 superaron los cien euros en el semestre, 29 pasaron de 500 y cinco más necesitaron fármacos por más de mil. "Posiblemente les hubiera sido difícil poder costear por sus medios este gasto", añade Celaya.
El nuevo Gobierno de Aragón emitió el 7 de agosto una instrucción por la que volvía a abrir las puertas de la sanidad pública a los extranjeros sin papeles siempre que lleven tres meses residiendo en la comunidad y ganen menos de 15.975 euros al año. Deberán pagar un 40% del valor de los fármacos si tienen menos de 65 años y un 10% si superan esa edad; en ambos casos, con los límites mensuales y la aportación máxima por envase cuando sea aplicable.
La diputada se había interesado por conocer qué coste va a generar para las arcas públicas la readmisión en el sistema sanitario público de ese colectivo, del que en el primer mes de vigencia de la instrucción solo 1.175 miembros se habían dado de alta en el registro en el que deben hacer constar su edad, su sexo y su aportación. "El gasto farmacéutico que se produzca derivado de la prestación farmacéutica ambulatoria de este colectivo dependerá, lógicamente, del número de personas a las que afecte, de sus características de morbilidad y del tipo de aportación que les corresponda", indica Celaya.
La proyección del consumo de fármacos que realizan los aragoneses sobre ese grupo de inmigrantes lleva a estimar un gasto de "5.587 euros al mes, lo que representa el 0,02% del gasto farmacéutico total y 4,76€ por persona y mes". Otra estimación, realizada sobre "un conjunto de 7.761 personas extranjeras con el perfil demográfico de los excluidos en 2012" arroja una previsión de 42.179 euros mensuales, lo que "supone 5,43 euros por persona y mes y un porcentaje del 0,16% sobre el total de gasto farmacéutico".
El consejero advierte de que "estos datos pueden suponer una estimación 'al alza' ya que los datos reales de 2012 revelan que pudiera existir un factor de menor gasto de este colectivo" por su situación cultural y social. En cualquier caso, concluye, "estas cantidades resultan insignificantes en relación a sus resultados en salud tanto para las personas afectadas como para la comunidad, máxime teniendo en cuenta que se trata de un colectivo muy vulnerable, con escasos recursos, para el que resulta complicado abordar el coste completo de su gasto farmacéutico ambulatorio".
Tampoco cree que cubrir las necesidades sanitarias de ese colectivo vaya a suponer una amenaza para las cuentas autonómicas. "Teniendo en cuenta el escasísimo impacto económico esperado, no consideramos que este gasto pueda modificar el cumplimiento presupuestario" de la consejería, añade.