EL PAÍS: Un grupo de inmigrantes que sobrevivió al naufragio de una patera en aguas de Canarias este lunes tuvo que esperar atención médica en unas cocheras policiales porque el centro de salud de Maspalomas estaba saturado. Los inmigrantes estaban muy débiles, después de haber pasado tres días a la deriva sin comer y bebiendo agua salada. 26 de ellos han sido ingresados en dos hospitales —11 de ellos permanecían este miércoles hospitalizados— y el resto pasó al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Pasaron la noche del domingo entre una cochera y traslados a diferentes centros sanitarios. En la cochera, en la que pernoctaron, se guardan los vehículos de la policía y los supervivientes dormitaron sobre una esterilla, con abundante diarrea y vómitos, y síntomas de deshidratación e hipotermia. El lunes por la tarde, finalmente, se admitió su traslado al hospital después de una acalorada conversación que hizo que la sala del 112 en Canarias llamara a la Cruz Roja para que lo reclamara.
El jefe superior de Policía de Canarias telefoneó al delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, al conocer la situación de las personas que estaban en la comisaría de Maspalomas. Bento, inmediatamente, trasladó a Jesús Morera, consejero de Sanidad, que "la situación de las personas era deplorable, que no podían estar en una comisaría". Bento califica esta situación como "un fallo estrepitoso de la asistencia sanitaria".
Nueve de los supervivientes fueron trasladados de urgencia a dos hospitales. El resto, casi una veintena, fueron subidos a un autobús que no contaba con personal sanitario. Se vio entrar a los supervivientes sin poder caminar, colgados de los brazos de los policías que los llevaban cogidos. Su pronóstico es reservado, pero “tienen diarrea abundante y una situación que se ha ido complicando por las horas sin atención hospitalaria”, admiten responsables médicos.
Los inmigrantes forman parte de un grupo de 41 personas rescatadas en aguas de Canarias que salió desde el Sáhara Occidental con 49 personas. Cruz Roja los atendió tras ser rescatados por Salvamento Marítimo. Sus voluntarios dejaron constancia en la sala del 112 del Gobierno de Canarias de la gravedad de la situación y solicitaron ambulancias. Al lugar, el muelle de Arguineguín (Gran Canaria), llegaron dos vehículos con una doctora y dos enfermeros. En ese momento, comenzó a desplazarse a los supervivientes a varios centros de salud cercanos, la mayoría a Maspalomas. Desde este centro de salud se pidió que no enviasen a más personas, según consta, “porque se estaban saturando”.
El responsable policial que estaba en el momento del rescate decidió, ante lo que estaba viendo, trasladar a todas las personas al Centro de Salud de Maspalomas. Y una vez en este lugar, donde no pudieron ser atendidos, acordaron llevar a los inmigrantes a un calabozo y seguir desplazándolos escalonadamente durante la noche.
La ONG Caminando Fronteras ha pedido que se las trate como a víctimas de un accidente múltiple. Ante el naufragio de una patera el pasado 29 de octubre, interpuso una queja ante el defensor del pueblo, que aseguró que “las circunstancias que han atravesado estas personas haría necesaria una asistencia psicológica especializada”.
Pasaron la noche del domingo entre una cochera y traslados a diferentes centros sanitarios. En la cochera, en la que pernoctaron, se guardan los vehículos de la policía y los supervivientes dormitaron sobre una esterilla, con abundante diarrea y vómitos, y síntomas de deshidratación e hipotermia. El lunes por la tarde, finalmente, se admitió su traslado al hospital después de una acalorada conversación que hizo que la sala del 112 en Canarias llamara a la Cruz Roja para que lo reclamara.