EL PAÍS: “Se ha producido un error, vuelva a entrar en la aplicación. Disculpe las molestias”. Con este anuncio en la pantalla se han encontrado este martes los médicos de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) al sentarse frente al ordenador nada más comenzar la consulta, según denuncian los sindicatos CC OO y Amyts. Desde entonces, siempre según las mismas fuentes sindicales, no han podido acceder en toda la mañana al sistema informático APMadrid, que organiza desde la agenda de citas a los historiales de los pacientes hasta las recetas. Un cartel similar les apareció el lunes y el viernes pasado durante gran parte del día, lo que creó “un caos” en los centros de salud de toda la comunidad. Ni la Consejería de Sanidad ni la de Digitalización han dado a conocer las causas de estos fallos constantes, pero esta última ha asegurado a este diario que “no se trata de una caída del sistema sino de lentitud en la conexión” y que están trabajando para solucionarla. 

“Así no se puede trabajar”, protesta Isabel Sánchez, responsable de Atención Primaria de CC OO. Tras un viernes de trabajo “a la vieja usanza”, con lápiz y papel, la mañana del lunes el sistema comenzó nuevamente a expulsar a los médicos, poniendo en la pantalla un anuncio similar al que sale cuando no tienen conexión a internet. “Vaya... no se puede obtener acceso a esta página”, leyeron en la pantalla los médicos el lunes, según relata Sánchez. Este mediodía, Digitalización aseguraba que ya estaba restablecido, pero durante la tarde los profesionales continuaban quejándose de que, si bien podían acceder al sistema en momentos puntuales, la lenta conexión los echaba nuevamente.

Este martes, más de lo mismo: desde las 9.30, el sistema presenta cortes intermitentes y lentitud, aseguran los sindicatos. La Consejería de Digitalización, sin embargo, asegura a través de una portavoz que el sistema “está funcionando esta tarde con una menor lentitud a la de esta mañana” y que la Dirección General de Salud Digital sigue estabilizando el sistema.

El sistema informático AP Madrid organiza la Atención Primaria desde el primer eslabón, por lo que los problemas se encadenan y se agrandan con cada minuto que pasa. Los pacientes que llegan a los centros de salud con citas agendadas no pueden consultarlas. Al no quedar registradas las visitas, el sistema entiende que el paciente no acudió, lo cual puede afectar especialmente a aquellos que mantienen un tratamiento, porque el sistema automáticamente les da el alta.

Una vez dentro de la sala de consulta, los facultativos no pueden acceder al historial clínico de los pacientes ―incluyendo riesgos tan graves como no conocer si presentan algún tipo de alergia―, así que tienen que escucharlo de boca de la persona y apuntar toda la información, por lo que durante estos días ha aumentado tanto el tiempo que el médico dedica a cada caso como el tiempo en la cola de espera. Por último, los médicos no pueden derivar a los pacientes a otros especialistas que, aunque emplean un sistema informático diferente, necesitan el historial que proviene de Atención Primaria. Tampoco pueden emitir recetas electrónicas que permiten a las farmacias dispensar los medicamentos sin un comprobante físico.
 

“Es una vuelta al paleolítico”, afirma Isabel Vázquez, presidenta de Atención Primaria del sindicato de médicos Amyts. Las recetas se están haciendo a mano, como ocurría antes de la informatización de los ambulatorios de Madrid en 2012. Pero los problemas, lamentan los médicos, no acabarán cuando se restablezca el sistema, porque toda la información de los pacientes que los médicos están apuntando en el papel luego deberán introducirla nuevamente en el ordenador. “Los profesionales tienen un nivel de ansiedad muy grande y no sabemos qué legalidad tiene lo que está ocurriendo”, resalta Vázquez.

El propio sindicato ha pedido a la Gerencia de Atención Primaria que les dé información del estado en el que se encuentran los centros de salud y que “emita un plan de contingencia que dé apoyo a los profesionales”. Digitalización afirma que los facultativos “pueden trabajar con la aplicación AP Madrid“ y que “se han buscado alternativas para aquellas funciones que estaban dando problemas dentro de la propia aplicación”. Hasta ahora, ninguna de las dos consejerías involucradas han ofrecido datos sobre en qué consisten dichas “alternativas” ni las posibles causas de los fallos, pero Digitalización sostiene que trabajan “en comunicación directa con los profesionales y la Consejería de Sanidad”.

La Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC) también denuncia en un comunicado que la “caída” del sistema informático “supone un problema de seguridad del paciente y pone en evidencia la falta de alternativas y planificación para poder llevar a cabo” el trabajo de estos médicos “con normalidad”. No poder usar APMadrid “está suponiendo que la atención a pacientes sea a ciegas, sin poder tener a mano sus antecedentes y posibles alergias, suponiendo un riesgo para la seguridad del paciente”. Además, implica “la falta de acceso a pruebas complementarias, al módulo único de prescripción o a la gestión de las incapacidades laborales (las llamadas bajas)”, lo que “está generando gran incertidumbre en profesionales y usuarios”.

La SoMaMFyC critica “el abandono” por parte de la gerencia y de las autoridades sanitarias, que “no se han puesto en contacto con los centros de trabajo para dar ninguna explicación ni apoyo”; así como la “precariedad de los recursos de apoyo y seguridad informáticos” que viven a diario en las consultas y que pone de manifiesto la situación actual. Esta sociedad propone, mientras se arregla el sistema, que las bajas se renueven automáticamente y también las recetas que tenían como fecha de revisión el siguiente mes, así como poder realizar derivaciones a Atención Hospitalaria de forma analógica y el doblaje remunerado a los profesionales que tengan que alargar jornada para poner al día lo acumulado.

Esta no es la primera vez que el sistema de AP Madrid da problemas. En otras ocasiones ha ocurrido en días puntuales durante dos o tres horas, asegura Isabel Sánchez de CC OO, pero no durante tantos días ni por períodos tan largos como los que se están registrando desde el viernes. Incluso, hay médicos que, a falta de respuestas, se lo toman con humor. “Ya comenzó la fiesta”, dicen al intentar entrar en el sistema y chocar con la realidad.