EL PAÍS: "El concepto más poderoso que la salud pública puede ofrecerle al mundo". Así es como Margaret Chan, la actual directora de la OMS, define la cobertura sanitaria universal. Una idea muy simple, que todo el mundo reciba los cuidados sanitarios que necesita sin verse en el riesgo de caer en la pobreza por ello, y que, a pesar de las dificultades de acceso a las que se enfrenta gran parte de la población del Planeta, tiene cada día más adeptos entre estados y políticos conscientes de que aumentar la cobertura sanitaria y eliminar copagos gana elecciones.

Hoy hace dos años, los estados miembros de Naciones Unidas y por consenso, aprobaron una resolución comprometiéndose a avanzar hacia la cobertura sanitaria universal y hoy se celebra su primer día internacional. Más recientemente, los estados del continente americano consensuaron otro acuerdo en el que, reconociendo que la salud es un derecho, refuerzan su compromiso por hacer la sanidad accesible a todos y todas.

La pregunta que se hacen ahora muchos es si los gobiernos serán aún más valientes y concretarán su compromiso añadiendo la cobertura sanitaria universal al nuevo acuerdo de desarrollo global que en septiembre de 2015 sustituirá a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Si lo hacen, es posible que la comunidad internacional se comprometa a sí misma a que en 2030 absolutamente nadie caiga en la pobreza por tener que pagar por sanidad.

Organizaciones de todo el mundo se han unido para recordarle a los gobiernos que hay que actuar. En España, por ejemplo, la ONG Anesvad lanza hoy una campaña con vídeos incluidos para sensibilizar sobre la barrera que es para el derecho a la salud tener que pagar por atención medica en el momento en el que se demanda. Por otro lado, sistemas universales, capaces de llegar a cualquier área remota, evitarían que volviéramos a encontrarnos ante desafíos como la actual epidemia de Ébola.

En los siguientes artículos distintos autores e instituciones repasan algunos de los desafíos sobre los que es imprescindible actuar para avanzar: la financiación, las enfermedades olvidadas y la titularidad del derecho a la sanidad con un ejemplo muy concreto, la población migrante.