EL PAÍS: Los centros de atención primaria (CAP) de las zonas más desfavorecidas recibirán entre 30.000 y 200.000 euros cada uno adicionales en 2017. La nueva forma de financiación de la atención primaria está en marcha y, a partir de ahora, las desigualdades y la realidad socioeconómica de la población de cada ambulatorio fijarán, en buena medida, los recursos económicos de sus equipos médicos. Salud repartirá este año 12,5 millones de euros entre los 155 CAP con mayores privaciones económicas.
Con la máxima sobre la mesa de que las privaciones socioeconómicas afectan a la salud —la esperanza de vida en el acomodado barrio de Valldoreix (Sant Cugat) es 7,5 años más alta que en La Mina (Sant Adrià del Besòs)—, el Departamento de Salud ha empezado a dar forma a la nueva forma de financiación de la atención primaria que anunció hace unos meses. El consejero de Salud, Toni Comín, prevé destinar unos 65 millones en cinco años para reducir las desigualdades entre la población de los CAP. “Se trata de hacer una discriminación positiva en la financiación de los ambulatorios con desigualdades”, explicó ayer el consejero.
Para calcular las desigualdades, la Agencia de Calidad y Evaluaciones Sanitarias (AQuAS) desarrolló el Indicador Social Compuesto (ISC), un índice que mide las privaciones socioecómicas de la población de referencia de un ambulatorio según criterios como la tasa de mortalidad prematura o la renta, entre otras variables. Con el ISC, el Departamento detectó que 155 centros de salud precisan más recursos para atender a sus pacientes de referencia y reducir las desigualdades.
Para reajustar la brecha de financiación entre los ambulatorios de zonas acomodadas y de áreas más vulnerables, el Departamento ha modificado la fórmula de asignación de los recursos, dando más importancia al factor socioeconómico. Hasta ahora, este apenas influía un 20% en el reparto del presupuesto.
Así, según el nivel de privaciones que marcó el ISC, Salud ha distribuido 12,5 millones adicionales este año entre los 155 CAP, en una horquilla de entre 30.000 y 200.000 euros por ambulatorio. Este montante se seguirá abonando durante los próximos cinco años hasta reducir a cero la diferencia entre lo que hasta ahora recibían estos CAP vulnerables y lo que deberían recibir según el nuevo sistema de asignación. La infrafinanciación de algunos centros supera el millón de euros.
Comín aclaró ayer que esta medida no implica una reducción del presupuesto a los CAP de zonas más favorecidas. La partida para los ambulatorios será la misma que en 2016 y los 12,5 millones serán un montante adicional que los centros con altos índices de privaciones deberán invertir exclusivamente en personal. Los 155 equipos de atención primaria tendrán autonomía para elegir el perfil profesional que mejor convenga a sus necesidades.
Además, Salud destinará otros 10,9 millones para cubrir sustituciones en la atención primaria del Instituto Catalán de la Salud, la empresa pública que gestiona el 80% de los CAP catalanes.
Comín reconoció ayer, no obstante, que esta inyección en atención primaria, no solucionará el ahogo que sufren los CAP y que ya ha soliviantado a una veintena de ambulatorios. “No tenemos la pretensión de que sea suficiente, pero era necesario”, admitió.