PÚBLICO: A quien siempre se ha visto como el sucesor de Mariano Rajoy al frente del PP aún le queda un año para enfrentarse a las elecciones gallegas. Pero Alberto Núñez Feijóo ya ha empezado a lavar la imagen de su Gobierno y a trabajar para lograr la reelección. Y la primera víctima de ello ha sido Rocío Mosquera, la conselleira de Sanidade, que este domingo se ha despertado con la noticia de su destitución.
El presidente de la Xunta ha anunciado por sorpresa una remodelación de su Ejecutivo, que se verá ampliado con tres consellerías más y caras nuevas, entre ellas, la del responsable de una de las áreas más polémicas de los últimos tiempos.
Rocío Mosquera ha acumulado varias polémicas de las que, en vista de los resultados, no ha sabido salir airosa. Entre ellas, la gestión del nuevo hospital de Vigo, que le supuso enfrentarse a su primera marea blanca -en la que miles de personas salieron a la calle en defensa de una sanidad pública de calidad- y ahora, a los efectos colaterales del caso de Andrea, la niña de 12 años que pide a gritos una muerte digna desde el hospital de Santiago en el que se encuentra ingresada.
Aunque en esta última cuestión serán, probablemente, los tribunales los que decidan sobre los derechos de la pequeña, el PSdG ha pedido a Mosquera que explique en el Parlamento gallego si se cumple la normativa vigente. Mientras los socialistas abogan por que sean los padres los que decidan, los conservadores del Gobierno autonómico defienden que sea el equipo médico quien tenga la última palabra. En cualquier caso, será el juez el que tenga que interpretar hacia dónde se inclina la balanza legal.
Pero la ya exresponsable de Sanidade sí fue el objeto directo de las críticas de los cientos de miles de personas que se manifestaron en Vigo para denunciar, tras la muerte de una mujer por aspergillus, el mal estado en que se encuentra el nueva Hospital Álvaro Cunqueiro. Los manifestantes pidieron su dimisión ya a principios de septiembre y en las últimas semanas, además, se han denunciado nuevas deficiencias en las instalaciones: ratones, tuberías rotas, techos caídos... informa La Voz de Galicia.
Según recuerda el citado diario, a principios del 2014 Mosquera se enfrentó también a la polémica surgida a raíz del nombramiento de su marido como jefe de cirugía del hospital de Santiago cuando ella era gerente del Sergas. Feijóo renunció a despedirla entonces, pero la conselleira siguió acumulando quejas por los recortes en los servicios sanitarios del HULA de Lugo o el cierre de camas general en los centros de toda Galicia.