catalunyaplural.com: El Hospital del Mar de Barcelona atiende a diario más de 200 urgencias y más de 1.000 visitas. Una parte de estas son pacientes extranjeros que están de turismo o personas que residen en Catalunya pero aún no cuentan con la tarjeta sanitaria individual. No es el hospital público quien se encarga de averiguar si el turista tiene un seguro o se debe costear él mismo la atención sanitaria, sino que lo hace una empresa privada: International Care Patient Assistance S.L. Lo mismo ocurre en otros hospitales de la red pública como el Hospital de Sant Pau de la capital catalana.
Hasta el 2019 el Hospital del Mar –que pertenece al consorcio Parc Salut Mar, en el que la Generalitat participa al 60% y el Ayuntamiento al 40%– tendrá privatizado el servicio de gestión de la facturación a pacientes internacionales. Tras un concurso, en 2013 la empresa Gestitursa (ahora llamada International Care Patient Assistance) pasó a operar este servicio ante el aumento de turistas que llegaban al centro, según explica Narcís Pérez, responsable de contratación del hospital.
ICPA es una sociedad limitada constituida en 2008 como Gestitursa. Tiene como administrador único a Francesc Xavier Palet Farrero, exdirector general del Hospital Joan XXIII de Tarragona y exgerente del Hospital General de Catalunya, tal y como explicó el diario Expansión. El director general de la empresa es Antonio Balugo, también exgerente del Hospital General de Catalunya. Junto al abogado José Domingo Valls Lloret, vicepresidente de la Junta Directiva de Activa Mutua, los tres son los socios mayoritarios de la empresa, con domicilio en Barcelona.
Además de encargarse de gestionar la facturación, la empresa ofrece también asesoramiento y traducción a los pacientes, cuentan desde el Hospital del Mar. Otras funciones que asume la empresa son la gestión de la relación con compañías aseguradoras, la atención telefónica o la intermediación con pacientes internacionales con motivo de las gestiones de cobro.
Según aclaran desde el Hospital del Mar, el consorcio público no le paga una cantidad fija a la empresa por los servicios prestados sino que la empresa se queda una parte del importe que pagan los turistas o sus seguros. Al atender a un paciente internacional, éste o su compañía de seguros abona un importe (que varía en función de los días de hospitalización o los cuidados recibidos) y el hospital se queda con el 55%, mientras que la empresa se queda con el resto.
El valor estimado del contrato con la empresa, que era de tres años (2013-2016) y se alargará hasta 2019 por una prórroga de tres años más, es de casi cinco millones y medio de euros durante estos seis años. Es decir, el hospital se lleva anualmente cerca de un millón de euros derivados de esa atención gestionada por ICPA.
Con todo, desde el Hospital del Mar matizan que se trata de "un valor estimado" que se basa en un porcentaje mínimo del 50% del coste del importe de la facturación respecto a un histórico de actividad. Es decir, que variará en función del número de pacientes atendidos.
Narcís Pérez explica que el control del Hospital sobre la actividad de la empresa es "continuo" y que mensualmente ICPA le envía los importes facturados. Según reconoce Pérez, han tenido conocimiento de que en algunos casos la empresa ha pedido un depósito al turista que llega a urgencias, un hecho que puede disuadir a una persona de quedarse en el hospital. "Hemos pedido a la empresa que no lo haga más. Cualquier persona debe ser atendida en primer lugar", añade.
Quien se encontró con este requisito –pagar un depósito para que los médicos visitaran a su hijo– fueron Walter Anibal Duarte y Johanna Ester Aguiar, tal y como reveló este diario este miércoles. El hospital ha admitido el error y ha devuelto el depósito de 1.000 euros que pidió a la familia por ingresar a su hijo de cuatro años.
El hospital, por correo electrónico a preguntas de este diario, ha justificado que la dirección del centro "ha ejercido las funciones de control y supervisión" y se ha reunido con los responsables de ICPA para esclarecer los hechos y evitar que este tipo de situaciones se repitan. Explican además que por su parte la empresa "se ha comprometido a reforzar los protocoles formativos e informativos de sus empleados".
Preguntados por si se plantean rescindir el contrato tras el incumplimiento del protocolo del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), que establece que ante una urgencia primero hay que atender y después gestionar el cobro, el hospital argumenta que los pliegos del contrato no establecen esta vulneración puntual como causa de resolución del mismo.
"Hay que acreditar que la conducta del adjudicatario ha vulnerado de forma suficiente el contrato, en caso contrario se corre el riesgo de causar un perjuicio indemnizable a la empresa contratista", responden desde el hospital.
Quien sí ha pedido revisar los procedimientos es el Ayuntamiento de Barcelona. Según explican desde el comisionado de Salud ha sido a raíz de este último caso que el consistorio, que tiene una representación del 40% en el consorcio, ha tenido conocimiento de que la facturación a turistas se gestiona a través de esta empresa externa. "Hemos pedido discutirlo en las próximas reuniones con la gerencia", aseguran.