¿Qué reclaman los sanitarios en Catalunya?

PÚBLICO: En plenas negociaciones por los presupuestos de la Generalitat, el sector sanitario se suma a las presiones que llegan también desde sindicatos y entidades sociales para aprobar unas cuentas que reviertan la frágil situación del sistema público de salud en Catalunya. Reclaman más gasto, especialmente para la atención primaria, y mejorar las condiciones laborales de los profesionales para evitar que se siga perdiendo personal. Los sanitarios apuntan que "el sistema público de salud está en quiebra" y alertan de que si las cuentas no introducen medidas, colapsará: "No estamos en el abismo, ya hemos caído", afirma a Público el vicesecretario general de Metges de Catalunya, David Arribas.


El sindicato mayoritario de los facultativos presentaba la semana pasada 54.000 firmas de trabajadores y usuarios en el Parlament para reclamar un cambio "radical" en la política sanitaria del Govern. Avisan de que si no es así, no se podrá evitar una "gran movilización" del colectivo, sin descartar huelgas.

Arribas es contundente y alerta de que la sanidad pública "está en vías de terminarse" y de que se pueden producir situaciones de "desatención" en un plazo de unos cinco años: "No tenemos trabajadores que puedan dar la atención que demanda la población". Un termómetro de la situación es el aumento de las mutuas privadas entre los ciudadanos. Según la Encuesta de Salud de Barcelona 2021, ya son el 40% los barceloneses que tienen un seguro contratado.

El conseller de Salut, Manel Balcells, reconoció en el Parlament que "hay tensiones en la sanidad catalana", pero aseguró que "toda patología grave es bien atendida". Durante la sesión de control del Parlament al Govern esta semana, Balcells remarcó que el tratamiento de enfermedades graves tiene un "tiempo de resolución", igual que en 2019. Ahora bien, admitió el desgaste que ha supuesto la pandemia y, por ello, defendió que la propuesta de presupuestos prevé un aumento para Salut para mejorar "la accesibilidad" a la asistencia sanitaria, especialmente a la atención primaria.

Los sanitarios defienden que, precisamente, la pandemia ha agravado una situación muy complicada derivada de los años de recortes durante la crisis económica. "Cada vez somos menos personas y la población no para de aumentar, así como sus requerimientos", señala Arribas, que pone de ejemplo el auge de enfermedades de transmisión sexual (ETS) o afectaciones de salud mental. Analizamos las principales reclamaciones del sector de cara a los presupuestos.

Más gasto sanitario

La principal reclamación es que la Generalitat aumente el gasto destinado a Salut. Metges de Catalunya pide que se destinen 1.500 millones de euros más que en 2022 al presupuesto de un Departament que no ha crecido en la misma medida que otros. Según el sindicato, entre 2008 y ahora, el presupuesto total de la Generalitat ha aumentado un 26%, pero el de Salut tan sólo lo ha hecho un 18%. Del 27% que representaba la partida sanitaria respecto al total hace 14 años, ahora ha descendido hasta el 25,5%.
 

Con estos 1.500 millones más, Arribas explica que "el funcionamiento podría ser óptimo". Actualmente, el Parlament tiene pendiente aprobar una partida de 376 millones para Salut, aunque irían para ampliar el presupuesto de 2022 y por tanto va aparte de las cuentas de 2023.

Destinar un 25% a la atención primaria

La otra gran reivindicación -ya histórica- es destinar el 25% del presupuesto de Salut a la atención primaria, la puerta de entrada al sistema sanitario. Amnistía Internacional Catalunya, FoCAP, Marea Blanca, Medicus Mundi Mediterránea y Rebelión Atención Primaria han impulsado una campaña en la que denuncian que la Generalitat incumple las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de un objetivo que consta en el plan de gobierno pero que todavía no se ha materializado.

"Los sistemas de salud basados en una atención primaria fuerte garantizan mayores niveles de salud en la población", afirman en un manifiesto. En 2022, de los 11.215 millones de euros destinados a Salut, 1.885 están previstos para la atención primaria, un 17%. Las organizaciones reconocen que representa un aumento de 323 millones respecto al año anterior pero es todavía "del todo insuficiente".
 

Mejorar las condiciones laborales

Uno de los principales problemas del sistema sanitario público es la falta crónica de personal. Las malas condiciones laborales tienen mucho que ver, y esta misma semana hemos visto cómo varios sindicatos han instado a los trabajadores a que dejen de hacer horas extras y desdoblar turnos la primera semana de cada mes a partir de diciembre en una "acción indefinida" de protesta.

Sueldos bajos y horas extras centran las principales quejas del personal

Son los sindicatos SATSE, CATAC-CTS, SAE, FTC, USOC, FAPIC, CUERPO y Infermeres de Catalunya, que reclaman una equiparación laboral de todo el personal del sistema público y una disminución de las ratios profesional-usuario. Una de las quejas es que la "sobrecarga" de trabajo "se mantiene gracias al sobreesfuerzo" del personal. Arribas, de Metges de Catalunya, explica cómo los médicos de familia realizan unas 45 o 50 visitas al día, cuando lo óptimo sería 25. "Hay gente que debe doblar jornadas porque no hay suficiente personal", apunta. Esto lleva a que cada vez haya más médicos quemados, de baja o de excedencia.

En Mataró (Barcelona), unos ochenta médicos del hospital iniciaron una "huelga de guardias" para reclamar mejoras en las condiciones de descanso y retributivas de estas horas extras voluntarias que hacían más allá de las obligatorias. Un preacuerdo con dirección para aumentar el precio de las horas extraordinarias, así como fijar un calendario de negociaciones, aplazó la protesta. "Mataró no es un caso aislado. La gente tiene que trabajar muchísimas horas de más", sostiene Arribas.

La falta de personal no se debe a que no se formen profesionales en el Estado, ya que es uno de los países europeos de los que salen más médicos. "Que haya muchos médicos no quiere decir que quieran trabajar en la pública. Las condiciones son tan malas que hacen que se marchen. Cada semana te caen ofertas en Francia, Irlanda, Suiza... La diferencia en las condiciones es brutal". El sindicato advierte que en los próximos cinco años se jubilarán 3.500 facultativos y es necesario retener a las nuevas generaciones.

Cambios en la gestión

Las organizaciones sanitarias también critican la "improvisación" en la gestión del Departament de Salut. "No se trata sólo de invertir, sino de hacer las cosas bien hechas", afirma Arribas. El médico explica que existe "mala gestión" cuando la inversión ha crecido y no se ha notado en los centros. Según Salut, el presupuesto creció un 14% entre 2021 y 2022. "Las listas de espera se han incrementado y el malestar de los profesionales también. No entendemos cómo es posible aumentar la inversión y que esto no revierta en el servicio", lamenta el médico.

Uno de los motivos, alega, es que el gasto no se ha dirigido hacia dónde era más necesario. La incorporación de perfiles como gestores emocionales o el refuerzo de administrativos es una buena noticia, pero el sindicalista defiende que es necesario "poner el foco en los profesionales que ponen fin a los procesos: los médicos". Con según qué perfiles se hace una mayor detección de problemáticas de salud mental, por ejemplo, pero si no se amplían los psicólogos, no se pueden tratar, sostiene. "En cinco años, si no hay un cambio de rumbo, el sistema público está acabado", concluye el médico.

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