elDiario.es: El candidato del PNV, Imanol Pradales, ha presentado este miércoles en Vitoria su programa electoral. Son casi 80 páginas en cada idioma. Al peso, son menos que las 262 de su predecesor, Iñigo Urkullu, en su estreno de 2012. Fueron 232 de 2016 y llegaron a 428 de 2020. El aspirante ha considerado que el documento bebe de la “experiencia de gestión” y que ofrece “propuestas concretas” y no “ocurrencias” o “palabras vacías”. “Éste es un programa hecho desde el compromiso con Euskadi y con la ambición por mejorar nuestro país”, ha indicado Pradales, que entiende que bebe de la “ilusión de una nueva generación que llega con fuerza”, como reza el lema que ha venido empleando estas semanas en principal partido vasco, 'Indar berria'. El documento completo se puede consultar aquí. ¿Qué contiene? Arranca significativamente con propuestas para Osakidetza, que se ha convertido en la principal preocupación ciudadana, pero apuesta también por hacer sí o sí el nuevo Guggenheim de Urdaibai que Urkullu había querido dejar en el congelador dos años, por crear la Seguridad Social vasca y gestionar los aeropuertos y el puerto de Pasaia, por hacer 7.000 viviendas o, en materia estatutaria, por buscar un pacto con el Estado para avanzar en el reconocimiento nacional vasco.
Que el estado de salud de la Sanidad pública es el gran tema de la campaña electoral -como también es la principal preocupación ciudadana a la luz de las encuestas- nadie lo cuestiona. El PNV, que ha gestionado esta cartera desde 2012 con Jon Darpón, Nekane Murga y Gotzone Sagardui, matiza que ve que hay “mayor exigencia social” con la calidad de la Sanidad pública a la par que factores externos que la tensionan, tales como el “incremento de las enfermedades crónicas y del coste sanitario” o la “falta de profesionales”.
“Desde EAJ-PNV nos negamos a aceptar el discurso interesado de la supuesta privatización de Osakidetza. Primero, porque es una gran mentira que esconde un interés político claro. Osakidetza nunca ha tenido más trabajadores, financiación y estructura pública. Y segundo, porque un servicio no deja de ser público porque alguno de sus elementos complementarios (como los mantenimientos especializados de las instalaciones de alta tecnología, la limpieza, la seguridad, …) se preste desde una empresa privada. Contamos con un excelente servicio público de salud que hemos ido construyendo a lo largo de casi 40 años”, se puede leer en el programa de Pradales, que dedica su primer y principal apartado a esta cuestión.
¿Toca mejorar? Sí, “pero siempre desde la convicción de que el punto de partida es muy bueno, no solamente en comparación con otras comunidades autónomas sino también con los sistemas sanitarios que son referentes a nivel mundial”. El PNV promete dos baterías de trece medidas cada una en materia de Salud, unas inmediatas y otras más a medio y largo plazo. Un ejemplo de las segundas: para agilizar la atención en los ambulatorios, se plantea la “implementación del rol del Administrativo Sanitario”. ¿Qué es? “Crearemos un nuevo rol de administrativo sanitario en la atención primaria. Este nuevo perfil realizará el primer filtro para dirigir al paciente al profesional de enfermería de atención primaria, al profesional de medicina de atención primaria o a una consulta telemática. De esta forma, conseguiremos reducir la sobrecarga del sistema de atención primaria. El objetivo es reducir el tiempo destinado a tareas burocráticas por parte del personal sanitario y dedicar más tiempo a una atención de calidad y personalizada”, plantean.
Antes, eso sí, el PNV compromete un “plan de choque para la mejora de la atención y accesibilidad en la Atención Primaria y la reducción de las listas de espera quirúrgicas”. Así, “cualquier persona será atendida por su médico de familia en un plazo máximo de 48 horas”. “Y reduciremos las listas de esperas quirúrgicas por debajo de los dos meses acercándonos al objetivo de los 50 días de media mediante la reorganización y refuerzo en la contratación del personal necesario”, añade el programa peneuvista. Asimismo, el PNV se ve capaz de destinar “250 millones” para mejora de instalaciones existentes y “1.000 millones” en nuevas infraestructuras.