eldiarionorte.es: “Desde la Comisión de Personal del SNS-O, ante los informes presentados por la Cámara de Comptos, nos ratificamos en exigir al Servicio Navarro de Salud la reversión de las cocinas. Queda patente que la privatización de las cocinas ha sido por un interés político, y no pensando en el interés general por el bien de los ciudadanos”. Este es todo el comunicado firmado por los ocho sindicatos que están representados en la Comisión de Personal del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, que, en pocas líneas, han dicho mucho. Lo representantes sindicales piden que el servicio vuelva a depender del sector público, puesto que tomar la decisión de privatizarlo fue exclusivamente “política”, no por razones económicas.
“El informe de Comptos no ha sido una sorpresa, porque es lo que veníamos denunciando. Nos alegramos, de todas formas, de que nos vengan a dar la razón con lo que siempre hemos defendido: que no había razones económicas para tomar esta decisión”, apunta la presidenta de la Comisión de Personal, Begoña Ruiz.
En esta valoración están de acuerdo todos los sindicatos representados en esta comisión: UGT, CCOO, ELA, LAB, Satse, el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), el Sindicato Médico y el Sindicato de Administrativos. Por esta razón, además de una nota de prensa, también han mandado un escrito al departamento de Salud, la gerencia y la dirección de Recursos Humanos. La conclusión es la misma, que este servicio de cocinas puede volver a ser gestionado por el sector público, puesto que los espacios para ello ya están habilitados y solo es necesaria “voluntad política”.
Frente a lo anunciado la semana pasada por el consejero portavoz del Gobierno, Juan Luis Sánchez de Muniáin, quien apuntó que la decisión fue la adecuada teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos del Gobierno y que, por tanto, volvería a tomarla, Ruiz afirma que “ellos tienen que justificar, de la forma que sea, esa privatización”. Sin embargo, la presidenta de la Comisión de Personal aconseja a los representantes políticos que atiendan el informe de Comptos, que, al final, y aunque sus aportaciones no sean vinculantes, ha dado razones “objetivas” para estudiar este caso.
La Cámara de Comptos, el órgano que fiscaliza el sector público navarro, dio a conocer el pasado 24 de junio un informe en el que concluía que privatizar el servicio de comidas del Complejo Hospitalario (se subcontrató a la empresa Mediterránea de Cátering) no había supuesto un ahorro para las arcas forales. Es más, afirmaba que si el servicio lo prestara aún el Servicio Navarro de Salud sería 670.000 euros más barato.