infoLibre: Una enfermera del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, en Málaga sufrió un ataque de ansiedad tras pasar una noche de guardia en la planta de digestivos, donde tuvo que atender ella sola a 36 pacientes. Según informa La Opinión de Málaga, la mujer se quedó sola, durante la noche del pasado domingo, debido a la baja de una compañera, a la que el hospital no le encontró una sustituta.
"Me pasé toda la noche rezando para que ningún paciente sufriese una crisis. Era un sin vivir. Ni siquiera supe reaccionar cuando falleció uno de ellos", afirma la trabajadora, que prefiere mantener el anonimato.
Había sido contratada hasta el 15 de agosto y su labor consistía en "hacer guardias una noche sí y otra no", algo que al principio "le chocó". Pero su sorpresa fue mayúscula al comprobar que tendría que hacerse cargo de los 36 pacientes que, en ese momento, estaban ingresados con alguna patología digestiva en alguna de las 38 camas que alberga la planta.
"Cuando se lo comuniqué al gerente me respondió que lo sentía mucho y que hiciese lo que pudiera", aunque ella reconoce que ni siquiera sabía usar el programa informático. "Era una situación de impotencia muy grande, no sabía donde estaba la medicación o como se manejaba el desfibrilador, por ejemplo. También desconocía como contactar con mis superiores o como tenía que actuar en caso de que algún enfermo falleciese", explicó la enfermera. «Las auxiliares me salvaron el turno porque yo estaba perdida. Lo pasé realmente mal. Terminé de poner los medicamentos que tenía que administrar a medianoche a las 3 de la mañana», aseveró. Cuando terminó su turno, la trabajadora acudió a la dirección del Clínico para presentar su renuncia.
Según apunta el diario andaluz, los sindicatos llevan denunciando desde hace varios meses la falta de personal en los hospitales. La delegada del Sindicato de Enfermería (satse) en el Clínico, Inmaculada Florido, denuncia que "la dejaron sola y no pudo soportar la presión. El miedo a que se repitiese la llevó a dejar trabajo". Florido añade que "no le había dado tiempo de hacerse con el funcionamiento del centro. Es normal que los que llegan nuevos necesiten unos días para coger la dinámica de trabajo". Según apunta la Opinión de Málaga, la joven, de 34 años de edad, había realizado alguna sustitución en el centro, pero en consultas, nunca en planta, donde la labor asistencial es totalmente diferente. Aún así, Florido insistía al conocer el asunto en que tampoco una enfermera experimentada y veterana en el hospital sería capaz de asumir dicha responsabilidad. "Es inviable que una sola enfermera esté a cargo de toda una planta. Si algún enfermo sufre una crisis requiere toda la atención y el resto de los pacientes no podrían ser atendidos", sostiene.
Satse también denuncia que este tipo de situaciones se han multiplicado en los últimos 4 años, cuando las bajas dejaron de ser cubiertas y es el personal en plantilla el que asume esa carga de trabajo. "Sentimos un continuo acosamiento por los descubiertos. Nos llaman en nuestros días libres para cubrir esos puestos y no podemos seguir soportando la presión de no negarnos a doblar turnos por la falta de contrataciones", concluye Florido.
El Servicio Andaluz de Salud penaliza a la enfermera
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) penalizó a la enfermera con 60 días sin poder optar a ser contratada de nuevo. Se trata de un procedimiento habitual tras la renuncia de algún profesional a su puesto de trabajo.
Sin embargo, la trabajadora apuntó que el lunes por la tarde, día en el que presentó la renuncia de forma oficial, recibió una oferta de Salud que no aceptó porque "en este momento no se encuentra con ánimo de volver a trabajar".