infoLibre: Una bandera con la inscripción "No a los recortes y privatizaciones, sí a la sanidad y servicios públicos", empezó a serpentear la calle Alcalá de Madrid poco después de las 10:30. En el nuevo recorrido, más corto que el habitual y más temprano para evitar las horas más calurosas, se volvieron a esuchar los lemas habituales de los usuarios y trabajadores de la sanidad pública. "¡No vamos a pagar vuestra deuda con sanidad y educación!"
El último grito de la 'marea blanca' coincide con las declaraciones del viernes de Javier Fernández Lasquetty, consejero de la sanidad madrileña que expresó su confianza en que "el proceso de externalización cumpla sus plazos previstos", a pesar de que el TSJM tenga paralizado el concurso de adjudicación de la gestión privada de seis hospitales en Madrid
Respuesta a Lasquetty
En la marcha podía verse carteles de "Se vende: sanidad pública en buen estado", tijeras, y batas blancas. Y también escucharse los gritos de los que pedían la dimisión del consejero y se leyeron pancartas como las de un manifestante que decía: "Lamela y Güemes imputados ¿el próximo será Lasquetty?
"Tendrá que dar marcha atrás, porque él no va a ser más que la justicia ni que todos los madrileños juntos. Las imputaciones reflejan que todo es un negocio y con la sanidad no se juega. Es la vida de las personas.", expresó indignado Alfonso, un usuario de la sanidad pública que encabezaba la marcha.
"El consejero está encerrado en su mentalidad y no hay forma de hablar con él ni de pactar nada. Está echando abajo todos los principios que habíamos conseguido a lo largo de cuarenta años", explicaba Alfonso Huerta, trabajador del hospital 12 de octubre.
"Tiene a todo el mundo en contra: partidos políticos, asociaciones de vecinos e incluso gente del propio Partido Popular. Por supuesto, aquí no dimite nadie", sentenció este trabajador, que se echaba las manos a la cabeza al hablar del "obcecamiento" de Lasquetty. Se marchó replicando un "¡no escucha!".
La 'marea blanca' crecía a su paso en número y reivindicaciones. "La salud es de todos, no el negocio de unos pocos", rezaba una pancarta. Llovieron papeletas con la cara del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el actual, Mariano Rajoy, que alfombraron el asfalto con "todo lo que prometieron y no cumplieron".
El abrazo a la Puerta de Alcalá
La marea inundó la Puerta de Alcalá rodeándola con las manos unidas, simbolizando un gran "abrazo" a la sanidad pública. Allí se leyeron manifiestos de los organizadores. "Tenemos una sanidad que es referente mundial. Desde la política, para mantenerse ociosos, se la quieren cargar", leía uno de los portavoces de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid.
La última vez que la 'marea blanca' salió a la calle fue el 23 de junio, en una marcha convocada por la Plataforma Asamblearia de Trabajadores y Usuarios (PATU-Salud) y que reunió a centenares de personas en distintos puntos de España. La anterior protesta coincidió con la imputación de varios miembros de la cúpula de la sanidad madrileña que impulsó la privatización.
La voz de los inmigrantes
No sólo se dieron cita los españoles, también se vieron camisetas verdes en defensa de la educación pública y un grupo de inmigrantes que ha visto como en los últimos meses se les deniega la atención al quedarse sin papeles. "Como ya no hay ladrillo, ahora quieren llenar sus sobres con las donaciones de Capio. Es puro negocio y tenemos que luchar unidos los españoles y los inmigrantes", declaraba Juan Ricalde, un usuario ecuatoriano.
Carmen es inmigrante y piensa que "un país sin sanidad ni educacióin se va a ir a la ruina". Explica que el tercer domingo de cada mes se reunirán para seguir protestando. Carmen insiste en que "esto es sudor de todo el mundo y no lo vamos a permitir. Todo el mundo tiene derecho a una educación y una sanidad digna".
Carmen sonríe con los manifestantes detrás, que cantan por la sanidad pública con unos violines de fondo. Se muestra enfadada con la clase política y pide que le resuelvan una duda. "Nos vendieron la película de que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. También nos dijeron que con las movilizaciones dábamos mal ejemplo. ¿Quién da ahora mal ejemplo al país? Pregunto".