EL PLURAL: La consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía, Catalina García, afirma que el sistema sanitario de la comunidad no está “colapsado” sino “tensionado” por la oleada de virus respiratorios. Lo afirmó la semana pasada y lo mantiene a pesar de la situación de las listas de espera y de las protestas de sanitarios que se vienen dando desde hace días en todas las provincias.
Las protestas y concentraciones sindicales de sanitarios se suceden diariamente desde el 5 de enero por la saturación y colapso de las urgencias. Este martes 16, en los principales hospitales de las 8 provincias andaluzas, sanitarios de todos los estamentos –desde celadores o conductores hasta facultativos– exigían soluciones ante el colapso. Catalina García no aprecia esa misma realidad.
La consejera del Partido Popular afirma que “a día de hoy”, cuando Andalucía ha rebajado a Fase 0 el nivel de alerta ante el brote de gripe A, Covid y VRS (virus de la bronquiolitis), no hay retraso en intervenciones quirúrgicas en los hospitales. Sin embargo, un día antes, los profesionales del Hospital Virgen de Valme de Sevilla se manifestaban exigiendo más medios, y “la falta continua de planificación”, incluso en periodos de alta frecuentación como el actual. Los enfermeros de SATSE se describen “agotados” y denuncian que los usuarios no están atendidos como se merecen.
Valme es uno de los principales centros provinciales, el viernes pasado confirmó su entrada en la Fase 2 del plan de contingencia, lo que supone el refuerzo del número de camas y unidades UCI y la suspensión de algunas cirugías y la reprogramación de pruebas diagnósticas no urgentes para centrarse en la atención a la gripe, aunque la evolución va “minuto a minuto".
La consejera no ha hecho mención a esta situación anunciada hace solo 5 días y alivia el contexto en la mañana del martes en la radio televisión pública andaluza diciendo que ya estamos en fase 0. Desde UGT dicen “que estamos en fase cero es verdad: cero gestión. El decir que no hay retrasos en intervenciones es engañarse a sí misma e intentarlo con el resto de ciudadanos de Andalucía", dice a El Plural el secretario de sanidad de UGT Andalucía, Antonio Macías. Los sindicatos advierten que el sistema ya estaba tensionado y ahora “está colapsado.
Catalina García ha instado a los andaluces a hacer “un uso racional de los servicios sanitarios”, haciendo suyas, dice, las recomendaciones de los propios sanitarios. Estas recomendaciones pasan por no acudir al hospital o a urgencias en procesos catarrales leves o con fiebres menores a 39º, y a “quedarse en casa 3 días”.
Este llamamiento incomoda a los sindicatos, que aprecian un señalamiento a la ciudadanía, “pedir a los pacientes hacer un uso racional de los servicios con la situación de las listas de espera que tenemos es poco menos que un insulto”. Las numerosas manifestaciones que brotan en toda la región denuncian la falta de recursos para atender la actual crisis.
Lejos de señalar a un uso irresponsable de los servicios sanitarios por el paciente, los sindicatos denuncian el cierre de camas hospitalarias y de citas previas en cuanto hay bajas o vacaciones en la plantilla que no se cubren, todo esto redunda en el colapso de urgencias, adónde cabe esperar que nadie acude por gusto.
Catalina García ha asumido la falta de medios, aunque con la única argumentación de pedir al Ministerio de Sanidad más plazas MIR y más unidades docentes para formar a futuros médicos, “hay un déficit de profesionales brutal”, “no somos capaces” de cubrir bajas, jubilaciones o vacaciones, afirma la consejera andaluza, que explica que están reformando el sistema sanitario para dar respuesta a esta situación.
Desde el SAS, según la consejera, se está trabajando una arquitectura a través de incentivos laborales para que la cobertura de facultativos llegue a toda la extensión geográfica de Andalucía, incluidas las áreas rurales de difícil cobertura, todos los andaluces “están con médico”. De nuevo, desde CCOO reacciona, “estas declaraciones tienen mucho de propaganda, pero le falta descender a la realidad y tener contacto con lo que vivimos cada día en los centros sanitarios”, dice el portavoz de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Andalucía, Luis González.
Más allá del discurso de la consejera, la gestión sanitaria continua siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de la mayoría absoluta de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía en su segundo mandato. La gestión de las listas de espera es el principal síntoma.
La opacidad en los datos y unos resultados que posicionan a la Junta en el vagón de cola de la gestión sanitaria han llevado a un crecimiento alarmante de la preocupación por la sanidad. Si el barómetro del CENTRA –el equivalente andaluz del CIS– le da a Moreno Bonilla una estabilidad que, a estas alturas del mandato, le permitiría aumentar su ventaja con el PSOE.
Pero el CENTRA revela otra pulsión: la sanidad ha pasado de la quinta a la segunda plaza como el principal problema que existe actualmente en Andalucía. La encuesta revelaba que, en diciembre de 2022, un 5,3% de los andaluces señalaba a la sanidad y sus recortes como principal problema. Un año después, este porcentaje se dobla, el barómetro de diciembre 2023 sube el porcentaje hasta el 10,2%, a lo que hay que sumar un 0,2% de andaluces que señalan al funcionamiento de la atención primaria como principal problema en Andalucía.
Pocos resultados evidentes le ha dado a Moreno Bonilla su “plan de choque” que pasaba por apoyarse en los conciertos con la sanidad privada a través de contratos de cientos de millones de euros de las arcas públicas. Unos contratos que, además, fueron rechazados por el propio Tribunal de Cuentas de la Junta de Andalucía. La inversión millonaria no da los resultados anunciados. Por encima de la sanidad, actualmente, el omnipresente paro continua siendo, como siempre, el principal problema de los andaluces que lo señalan como principal preocupación en un 46%.