diariodecastillalamancha.es, Teresa Suárez: Allá por septiembre de 2014, hace un año aproximadamente, durante el debate del estado de la región, la Presidenta de Castilla-La Mancha aseguró que su plan para reducir las listas de espera sanitarias había permitido rebajar “en un 11% el tiempo medio para la cirugía, el 38% en las consultas externas y un 57% en las pruebas diagnósticas". Como en el transcurso de ese debate a las preguntas de la oposición sobre las cifras aportadas Cospedal respondió "se pueden contrastar en las estadísticas oficiales", un programa de televisión, “El Objetivo”, decidió dedicar su sección fact check o verificación de hechos (buscar errores, ambigüedades, falta de rigor o inexactitudes en las declaraciones de cualquier político, determinando quién dice la verdad y quién miente solo a través de los datos) a intentar comprobar la veracidad de dicha información.
La Sexta primero contactó con el Ministerio de Sanidad (desmarque: no tenemos esas competencias), después con la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales (caracoleo: esos datos pueden consultarse en la Web del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha) ¿Era cierto? Pues no. El programa no consiguió dar con los datos del tiempo medio de espera. "Lo único que encontramos es información del mes de julio distribuida por centro hospitalario, especialidad y tipo de lista de espera", aseguraron los periodistas, ningún dato sobre el resto de los meses de 2014 y mucho menos de los años anteriores, por lo que resultaba imposible cualquier tipo de comparación que permitiera saber si las listas habían aumentado o disminuido.
El programa entonces se dirigió al Director Gerente del SESCAM que accedió a ser entrevistado. A la muy concreta pregunta “cifra de pacientes en lista de espera a principios de la legislatura”, ofreció una muy inconcreta respuesta “Una cifra comparable... no tengo la cifra aquí". “¿Dónde están los datos históricos de estas listas?”, insiste la periodista, “Tendríamos que buscarlos. Tendríamos que ver dónde están y de qué manera podemos hacer [para hacerlos públicos]". Así transcurrió esa entrevista en la que Luis Carretero, el entonces “Boss” sanitario, fue incapaz de responder no ya con datos precisos, que no lo fue, sino de una manera mínimamente coherente y profesional. ¿Resultado? Intento de quiebro fallido y ¡gooooool! El máximo responsable del Servicio de Salud de nuestra Comunidad Autónoma dejó claro el lugar que ocupaba la sanidad castellanomanchega en el ranking de transparencia y buen gobierno: SESCAM-0, LA SEXTA-1.
Así que después de toda una legislatura de verdades a medias, mentiras arriesgadas y ocultación, es escuchar a Carlos Velazquez, diputado del Partido Popular anunciar que su Grupo Parlamentario va a registrar en las Cortes regionales la petición de comparecencia de Emiliano García-Page para que dé cuenta de las listas de espera sanitarias y empezar a resonar en mi cabeza, no me pregunten por qué, esta estrofa de "Gitanitos y Morenos” de Gato Pérez:
“Es un hijo de la calle, de los libros y el humor
que descubre su camino a golpes de contradicción.
El repertorio no es genuino según la pura tradición,
pero respeta a su manera las verdades del tambor”.
Como el diputado Velázquez, no conforme, insistió en que los últimos datos sobre este asunto concreto "que tanto preocupa" a los ciudadanos de la región son de junio de este año, y que fueron publicados por el Ejecutivo popular saliente, no está de más recordarle el comunicado realizado en el mes de marzo, también de este año, por la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Cuenca, en el que desvelaban algunos de los mecanismos empleados por el Gobierno de Cospedal "para engañarnos con los datos de las listas de espera mientras no se cansan de lanzar el mensaje triunfalista y preelectoral de su disminución de las mismas a todos los niveles”, como, por ejemplo, crear a propósito consultas con profesionales y días ficticios que, una vez habían hecho disminuir la lista de espera, eran anuladas o, aprovechándose de la inseguridad y falta de información, desaconsejar pruebas o intervenciones alegando criterios de no beneficio para el paciente. En mi pueblo, como en tantos otros supongo, muchos mayores de setenta años, enfermos crónicos que normalmente hacían una revisión anual de sus patologías más graves, fueron dados de alta, sistemáticamente, en especialidades como cardiología, con la indicación de que si en algún momento se encontraban mal acudieran a su médico de familia quien valoraría si era necesario o no enviarlos al hospital.
Los que durante su mandato se negaron reiteradamente a hacerlo, ahora EXIGEN (mientras miran de reojo al público para comprobar el efecto de sus palabras) al actual gobierno que en tres meses publiquen las mismas listas de espera sanitarias que a ellos, durante los laaaaaaaargos cuatro años que dirigieron el destino de nuestra Comunidad Autónoma, no les dio la real (que para eso van de monárquicos) gana publicar. Esos que sumieron el concepto de transparencia en una opacidad y oscurantismo propios de la Edad Media, ahora, en nombre de los mismos ciudadanos que hemos sufrido su pésima gestión sanitaria, piden datos, datos y más datos. ¡No te amuela!
Si los señores/as del Partido Popular no se cachondearon en su día de las respuestas de Luis Carretero al ser preguntado por ellas, no entiendo cómo pueden pretender que ahora dudemos o nos tomemos a broma las palabras del actual Consejero de Sanidad (por mucho que con sus gafas y su bigote recuerde al hermano Marx más famoso) cuando asegura que las tan deseadas listas se publicaran, en breve, de manera, accesible, transparente y periódica.
Cuando los de ahora busquen, vean donde están (esos datos históricos que tan rematadamente bien escondieron, al parecer sin plano del tesoro que facilite su hallazgo, los anteriores) y de qué manera pueden hacer [para hacerlos públicos], estoy convencida de que las listas de espera para recibir asistencia sanitaria en Castilla-La Mancha se harán públicas.
¿Acaso ustedes no?