20minutos.es: Sonia lleva varios días intentando contactar con su centro de salud, situado en el madrileño barrio de Begoña. No quiere acercarse porque ha tenido contacto con un positivo en covid, pero lo único que consigue es una cita para dentro de tres días. Desde la Consejería le recomiendan que hable con su médico de cabecera. La incertidumbre hasta entonces es total.
A unos kilómetros de allí, en Calle Ibiza, Rosario espera a ser atendida. Lo hace fuera del centro de salud. Hay una cola de al menos 10 personas. "No paro de llamar y no me atienden, así que he venido aunque no debería". Ella también es contacto estrecho de un positivo.
Esta situación no es exclusiva de Madrid, a Merche le ocurrió lo mismo en Zaragoza. Después de hacerse dos test de antígenos por síntomas similares a la covid y dar positivo en uno de ellos, llamó durante horas al centro de salud sin éxito. Al final, recurrió a un laboratorio privado para hacerse una PCR que le costó 95 euros. Resultado: positivo. Y como ella, su hermano, su cuñada y su marido, que hizo cola en el centro de salud hasta que le atendieron porque el teléfono no era una opción. "Tienes una sensación de indefensión total", cuenta Merche, ya recuperada.
Los centros de Atención Primaria de todo el país viven desde hace semanas una situación que recuerda a olas anteriores de covid. Las citas se han multiplicado y las pruebas diagnósticas también, debido a la rápida escalada de la incidencia, que se sitúa ya en riesgo muy alto de contagio. De hecho, una "tercera parte de su actividad" tiene que ver ya con covid.
"En los últimos diez días se ha intensificado mucho", asegura a 20minutos.es José María Molero, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC). "No estamos en el pico pandémico porque aún nos queda mucho que subir, pero en unas semanas dos tercios de nuestra actividad será covid".
Solo por poner un ejemplo, el pasado 14 de diciembre, según datos de la SemFYC, los centros de la Comunidad de Madrid realizaron casi 18.000 pruebas diagnósticas, de las que 2.500 fueron positivas. El 15 de noviembre, hace un mes, no llegaba a las 11.000. Entonces, la gran mayoría se hacían por virus respiratorios. En estas últimas semanas, "casi todas son coronavirus".
Lo cierto es que la vacunación ha aliviado la presión en los hospitales, pero la Atención Primaria, la primera barrera frente a los casos sospechosos, se resiente. "Un centro de salud de Madrid tenía para este viernes 150 pacientes en el turno de mañana añadidos para pruebas diagnósticas. Añadidos. Es un centro que está viendo a 500 pacientes al día. De ahí se van a desencadenar dos o tres consultas más por cada paciente".
Con estos datos sobre la mesa, el portavoz prevé un escenario crítico tras las Navidades. "La Atención Primaria ya está saturada y yo creo que claramente se va a colapsar, vamos a tener una situación insostenible. De una semana para otra se van a duplicar los casos y yo creo que vamos a estar así tres o cuatro semanas".
Detrás de esta saturación, se esconden diferentes motivos. Por un lado, la época invernal, que siempre los ha puesto en jaque. Por otro, la variante ómicron, "el doble de transmisible que la delta" y que ya está detrás del 50% de casos en Madrid. Y, por último, la falta de personal. "Estamos en un escenario pandémico y no hay refuerzo", añade Molero.
Esa idea la subraya también Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien habla de un "problema crónico". "Podemos hablar de saturación en prácticamente todos los centros de salud de España. Es un problema generalizado. A la covid y a los virus respiratorios del invierno, que han vuelto tras un año desaparecidos, hay que sumar también que desde hace años tenemos menos médicos por centro de salud. Es un problema que se ve agravado por la pandemia".
Todo ello hace que los profesionales de Atención Primaria no den a basto estos días ante la desesperación de los pacientes, que en algunos casos, ante la falta de respuesta de los centros, recurren a test de autodiagnóstico que no figuran en las estadísticas o a laboratorios privados. "De cada 10 infectados, esos test de autodiagnóstico detectarán a dos o tres", detalla el portavoz de la SemFYC. "Es decir, es una buena prueba si doy positivo para que no vaya a una cena, pero no es una buena prueba para pensar que si doy negativo ya puedo hacer lo que quiera".
"De cada 10 infectados, los test de autodiagnóstico detectarán a dos o tres"
Así, Molero apela al sentido común y pide restricciones. "No queremos fastidiar la Navidad a nadie, pero habría que reducir al mínimo los contactos, volver a las restricciones de aforo... Dicen que la variante ómicron no es grave para la salud, pero sí lo es para el sistema porque es una cepa que se transmite el doble que la delta. ¿Quién va a soportar ese procedimiento de diagnóstico? La primaria y sin recursos".
Por ello, la SemFYC denuncia que la situación de la Atención Primaria no se tenga en cuenta a la hora de valorar la evolución de la pandemia. "Me molesta enormemente cuando los políticos y las propias autoridades sanitarias dicen 'bueno, no es un problema porque no tenemos las camas ocupadas'. Yo quiero reivindicar que eso no es cierto. Ahora mismo el 95% de los pacientes no ingresan, y a esos pacientes se les tiene que diagnosticar y seguir desde Atención Primaria. ¿Cómo que no vamos mal porque no hay presión hospitalaria? Si la primaria está colapsada, se va a colapsar el sistema sanitario igualmente".
Armenteros, del SEMG, también augura unas Navidades complicadas. Para él, los próximos días serán decisivos. "Esta semana es crucial. Si el crecimiento de casos es muy alto como estamos viendo en País Vasco, Navarra, Madrid o Cataluña, la Atención Primaria podría llegar a colapsarse".