Redacción Médica: Los catalanes fueron los ciudadanos que más invirtieron en sanidad en 2014, es decir, 593 euros cada habitante de su propio bolsillo, y doblan al realizado por los extremeños en ese mismo año, que fue de 321 euros, lo que supone una diferencia 272 euros entre estas comunidades (54,13 por ciento), tal y como revela I Barómetro del Consumo de Barclaycard-IESE, que analiza las compras de los ciudadanos durante los años de crisis económica (2008-2014).
Los catalanes incrementaron un 29 por ciento su gasto en este campo respecto al promedio de España, que fue el año pasado de 461 euros por habitantes; mientras que los extremeños redujeron su consumo en sanidad un 30 por ciento menos.

Evolución del gasto per cápita entre autonomías

Pero los habitantes de Extremadura no son los únicos que dedicaron menos de su propio dinero a gastar en sanidad que la media nacional. Ciudadanos de hasta 11 comunidades autónomas lo hicieron también en 2014, en mayor o menor porcentaje: los riojanos, consumieron el año pasado 447 euros de media (-2,9 por ciento); los asturianos, 425 euros (-7,7 por ciento); los gallegos, 413 euros (-10 por ciento); los aragoneses, con 405 euros (-12 por ciento); los cántabros, con 385 euros (-16 por ciento); los valencianos, con 380 euros (-17 por ciento); los castellanomanchegos, con 379 euros (-18 por ciento); los andaluces, con 371 euros (-20 por ciento); los castellanoleoneses, con 360 euros (-22 por ciento); los canarios, con 338 euros (-27 por ciento); y los murcianos, con 328 euros (-29 por ciento).

Al otro lado de la balanza, Madrid es la segunda región que mayor gasto per cápita alcanzó el pasado ejercicio en sanidad, con 556 euros (+20,5 por ciento que la media); seguida de Baleares, con 491 euros (+6,5 por ciento); País Vasco, con 484 euros (+4,9 por ciento); y Navarra, con 463 euros (+0,5 por ciento).
 

Evolución del gasto en sanidad desde 2008 a 2014. Fuente: Barclaycard.

El informe de Barclaycard-IESE también pone sobre la mesa la evolución del consumo en este campo en el país durante la crisis económica, observando cómo el gasto en sanidad por parte de los propios ciudadanos ha fluctuado de forma desigual año tras año. Mientras en 2008, los españoles desembolsaron, de media, un 7,9 por ciento, este porcentaje cayó más de cinco puntos en tan solo un ejercicio, hasta llegar al -2,9 por ciento de consumo un año después. La cifra remonta hasta el -0,9 por ciento en 2010, pero experimenta otro agudo descenso en 2011 (-2,5 por ciento). La desigualdad se sigue experimentando en los años posteriores: 2,3 por ciento de gasto en 2012; -1,9 por ciento en 2013; y una exponencial subida hasta el 11,2 por ciento en el último ejercicio estudiado, el de 2014.

Diferencias por edades e ingresos

Por otro lado, las diferencias en gasto en sanidad también se aprecian en otro tipo de parámetros. Por ejemplo, en referencia a los grupos de edad, el documento explica que los mayores de 65 años invirtieron, de media, un 12 por ciento en sanidad, mientras que el porcentaje cae hasta el 6 por ciento en el colectivo de 35 a 64 años y en un 4 por ciento los menores de 30 años.

Asimismo, la brecha también se evidencia por nivel de ingresos. Los hogares con ingresos superiores a 3.000 euros emplearon, de media, un 10 por ciento para servicios y productos sanitarios, mientras que los comprendido entre 3.000 a 1.000 euros y los inferiores a esta cantidad apenas lo hicieron en poco más de 2 por ciento.