El Porvenir: El único licitador al reinicio de las obras del nuevo Hospital de Toledo, privatizado por el Gobierno de Cospedal y al que se le ha adjudicado acabar el centro, está encontrando dificultades para que los bancos les financie su construcción, según ha podido saber El Porvenir.
Primero, ante la incertidumbre electoral que hay en Castilla-La Mancha, ya que puede haber cambio de Gobierno en mayo y, segundo, por una demanda de derechos autor que presentará la antigua Dirección Facultativa de estas obras contra los autores del nuevo proyecto, con muchos visos de ganar y que puede suponer que las entidades bancarias pierdan su inversión.
Los directivos de los bancos tienen muy en cuenta que el candidato socialista a la Presidencia de la Junta, Emiliano García-Page, con posibilidades ciertas de ser el nuevo presidente de Castilla-La Mancha, ha rechazado públicamente esta gestión público-privada y se ha comprometido a que si accede a la Presidencia una de sus primeras medidas será recuperar el modelo de gestión pública para el hospital como estaba previsto en el proyecto original.
En su presentación como candidato a la Presidencia de Castilla-La Mancha en Cuenca ya anunció que si es elegido presidente impulsará en el primer año de mandato un Pacto por la Sanidad, "un pacto con toda la comunidad sanitaria que permita retomar con mentalidad pública los nuevos proyectos hospitalarios", tras recordar el incumplimiento de Cospedal en construir el nuevo hospital de Cuenca y privatizar la gestión del nuevo de Toledo.
También hizo un aviso para navegantes: "A los que creen que pueden venir a Castilla-La Mancha a hacer dinero con la salud les advierto que le daremos la vuelta en cuanto gobernemos".
Para él y para su partido, una de sus principales tareas será recuperar la sanidad pública y desterrar el concepto de negocio de la salud introducido por Cospedal, en caso de que puedan gobernar.
Por eso, recuerda siempre que su Gobierno no permitirá que se haga negocio con la salud de las personas en referencia al modelo de gestión aprobado por Cospedal para el nuevo hospital de Toledo, similar al impuesto por el Gobierno de Madrid para sus nuevos centros hospitalario.
Un modelo que se ha demostrado que es más caro para las arcas públicas, con una menor calidad asistencial y que genera un importante beneficio para las empresas adjudicatarias.
Por eso, como hizo en la pasada Cumbre Autonómica del PSOE celebrada en Valencia, siempre pone de ejemplo de la mala gestión de Cospedal el nuevo Hospital de Toledo. "Paró las obras que estaban en marcha. Y cuatro años después, saca la obra, con gran parte de los servicios privatizados, y encima, 600 millones de euros más caro que el anterior, 500 millones de beneficio para una empresa. Ese modelo es ruinoso, para la salud y el bolsillo de todos".
Por otro lado, también ha anunciado el líder regional del PSOE que este asunto se merece una auditoría, ya que como dijo recientemente el portavoz socialista en Sanidad, el diputado regional Fernando Mora, "nos huele que aquí hay gato encerrado".
En esa misma línea de recuperar la gestión pública del nuevo hospital de Toledo se han expresado otras formaciones que pueden tener peso en el cambio político en Castilla-La Mancha tras las elecciones de mayo, además de sindicatos o asociaciones ciudadanas.
Derechos de autor, otra amenaza
Otro asunto que preocupa a las entidades financieras, a las cuales están llamado a sus puertas las constructoras adjudicatarias de la privatización del nuevo hospital de Toledo, es el anuncio de los arquitectos que diseñaron el centro hospitalario, tras ganar un concurso internacional convocado por el anterior Gobierno regional socialista en 2003, de que interpondrán una demanda por derechos de autor contra el Ejecutivo autonómico del PP.
El prestigioso arquitecto portugués y premio Pritzker, el Nobel de la arquitectura, Álvaro Siza, y su homólogo toledano, Antonio Sánchez-Horneros, ganadores de ese concurso internacional, entienden que, según los pliegos de adjudicación de las obra elaborados por el Gobierno de Cospedal, la empresa concesionaria podría modificar el diseño del centro hospitalario sin su autorización.
La demanda está avalada por sentencias firmes que son favorables al derecho de estos profesionales a que el diseño original de sus obras no pueda ser modificado por una Administración sin su previa autorización.
Y si prospera esta demanda de derechos de autor puede suponer que los bancos pierdan la inversión hecha para financiar la construcción del nuevo hospital con un modelo de gestión privada.
El gran negocio con la sanidad pública castellano-manchega
Hay que recordar que las obras fueron adjudicadas por Cospedal el pasado día 27 de enero a la única oferta liderada por Acciona, que se presenta por segunda vez, pues estuvo a cargo de las obras cuando fueron adjudicadas por el anterior Ejecutivo socialista hasta que fue "despedida" sin penalización por el actual Gobierno regional, del PP; OHL, que está implicada en las investigaciones sobre el amaño de las obras de un hospital balear con el mismo proceso de adjudicación; y Desarrollo de Concesiones Viarias Dos, una empresa filial de Florentino Pérez, que es testigo en esas investigaciones a OHL, y que cuenta con un capital social de 13.000 euros.
El modelo de gestión aprobado por Cospedal para el nuevo hospital prevé que el licitador adelante parte del dinero que cuesta acabar a la obra, que la Administración se compromete a retornar en un plazo de diez años y con los intereses incluidos, y a cambio el Gobierno de Cospedal le concederá durante 30 años la gestión de un paquete importante de servicios no clínicos de ocho centros sanitarios de la provincia y la explotación de los locales comerciales del futuro centro hospitalario toledano.
Un negocio que puede suponer más de 400 millones de euros de beneficio empresarial y un sobrecoste para las arcas públicas castellano-manchegas de unos 600 millones.
Además, para hacer un hospital más pequeño, con menos servicios, menos camas y el 70% de las habitaciones de uso doble.