Redacción Médica: Mónica García enmienda la plana a Pablo Motos y se suma a las críticas que el popular presentador de televisión está recibiendo por promocionar “la máquina más top de regeneración celular”, que, según el conductor de El Hormiguero, se encuentra en una “clínica de bienestar integral” de Alicante. “Las pseudoterapias sólo tienen efectos en el bolsillo, en el mejor de los casos”, ha escrito la ministra de Sanidad en una publicación de X.
Motos, tras describir el aparato como una suerte de “cama rara” que “parece de ciencia-ficción”, cede la palabra a la doctora del centro, que explica el funcionamiento de la máquina: “Lo que hace es coger el aire de la habitación y la va a convertir en plasma atmosférico frío. […] Este plasma no es otra cosa que gas excitado con muchos electrones y protones libres que los va a ceder a nuestro cuerpo”.
La responsable de la clínica detalla que, con ello, se consiguen tres cosas: dar “un chute de energía” a las células, estimular el nervio vago para equilibrar el sistema simpático y parasimpático y luchar contra “el estrés crónico”, y, por último, “luchar contra el envejecimiento” al “neutralizar radicales”. “Los radicales libres son moléculas que tienen un electrón de menos. Son muy agresivos porque quieren cogerle a otras células al ADN, con lo cual le vamos a dar un electrón, lo neutralizamos y deja de ser agresivo”, concreta.
García, ante ello, no sólo ha recordado el elevado perjuicio económico que supone para el bolsillo el hecho de recurrir a este tipo de prácticas, sino que, además, ha advertido sobre cuán peligrosas pueden ser: “La falta de evidencia científica no sólo es un engaño: también puede poner en riesgo la salud”.
En febrero, el Ministerio de Sanidad informó a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) su intención de publicar, en el marco del Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias, 16 nuevos informes de evaluación de la evidencia científica de determinadas técnicas y procedimientos con pretendida finalidad sanitaria, según avanzó Europa Press.
Fueron los ministerios de Sanidad y de Ciencia, Innovación y Universidades los que impulsaron, en noviembre de 2018, dicho plan, “que incluye acciones para proteger de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias” como “la generación de información veraz y rigurosa, cambios normativos que apuestan por una asistencia sanitaria y una formación universitaria basadas en el conocimiento, la evidencia y el rigor científico”.
Todas esas iniciativas se engloban en la marca #CoNprueba, en cuya plataforma web se pueden consultar los informes de evaluación científica de pseudoterapias ya elaborados. De las 138 técnicas ya analizadas en el primer informe que se hizo, 71 no están amparadas por ensayos clínicos o no tienen revisiones sistemáticas. O lo que es lo mismo: “Carecen de estudio alguno publicado en la literatura científica que avale su eficacia”, tal y como se detalle en la web.
El informe lo redactó la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías y Prestaciones Sanitarias del Sistema Nacional de Salud (Redets), aunque la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III participó de forma “muy relevante”.