PÚBLICO: La Xunta de Galicia comunicó el pasado 13 de diciembre el acuerdo con las organizaciones sindicales de unas oposiciones “inmediatas” para el Servicio Galego de Saúde (Sergas), en las que cede el 50% de las plazas al personal fijo. La plantilla de acceso libre se presenta durante años a las oposiciones sin obtener plaza y está obligada a cubrir contratos temporales, de lo contrario será penalizada hasta un año sin trabajar. En los requerimientos anteriores, la Xunta convocó muy pocas plazas, la última convocatoria hace 4 años, ofertando 201 puestos para todo Galicia.
Este 2020 de elecciones autonómicas se destinan 1.057 plazas para todo el personal sanitario. El concurso-oposición supone que del total de la puntuación que puede obtener un aspirante, el 60% pertenece al examen y el 40% a los méritos. Estos últimos benefician tanto al grupo libre como al fijo: formación (20%), años trabajados (70%) y publicaciones o premios (10%). Sin embargo, la plantilla de promoción interna, aquella que se presenta para ascender en categoría, apenas prepara la prueba, ya que no pone en riesgo su puesto de trabajo.
Por el contrario, el turno libre y el grupo más grande, al que se presentan miles de personas, prepara las oposiciones a fondo y tiene las notas más altas en las listas para entrar. De esta manera, personas contratadas que llevan casi 20 años trabajados, con formaciones y con un notable en la oposición, siguen sin plaza a diferencia de la promoción interna, que sin tiempo trabajado y con un cinco raspado obtienen puesto fijo. En este modelo de concurso-oposición los jóvenes recién titulados también salen perjudicados, ya que no reciben apenas puntos por experiencia.
¿Quién fija estas condiciones? La Consellería de Sanidade lo recoge en el Decreto de provisión de plazas de personal estatutario del Servicio Gallego de Salud. En los principios generales, se refleja que la provisión de plazas de personal se regirá por varios puntos y entre ellos, “la participación de las organizaciones sindicales en la determinación de las condiciones y procedimientos de selección, promoción interna y movilidad, del número de plazas convocadas y de la periodicidad de las convocatorias”.
Los sindicatos de trabajadores son los que se sientan en la Mesa Sectorial de Sanidad y negocian este reparto de plazas y cláusulas con la Xunta. Sin embargo, la Confederación Intersindical Gallega (CSIF), que ganó las elecciones sindicales de la Administración General del Estado y la Justicia, ha indicado a Público que estas organizaciones no tienen nada que ver. También negaron que el 50% se destinase a la promoción interna cuando se recoge en la convocatoria publicada por la propia Xunta.
El presidente de la Asociación Galega de Técnicos de Laboratorio (Atessga), Juan Ramón Pérez Gómez, confirma que en los últimos años no solo se ha destinado la mitad de plazas a la promoción interna, sino más. Entre varios motivos y como recoge la Oferta de Empleo Público (OPE), “cuando el resultado de la aplicación del citado porcentaje dé un resto igual o superior a 0,5 plazas, se computará como una plaza que se incluirá en esta reserva”. Y además, de la promoción de turno libre todavía se saca un porcentaje no inferior a 5% para personas con discapacidad. De esta manera, Pérez explica que “la única forma para que se beneficie las personas de acceso libre es que no se cubran todas las plazas de promoción interna”.
De todas formas, esto que sucede en el Sergas no es igual para el resto del país. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, las oposiciones para técnico de laboratorio repartieron 79 plazas para turno libre y 37 para promoción interna; en Aragón, 2.489 para promoción de acceso libre y 676 para promoción interna ;en Cantabria, 270 para plantilla libre y 70 para personal estatutario. De esta manera, cuando en algunas zonas de España se destina entre el 20% y 30% a la promoción interna, en Galicia se reparte un 50% o más.
Fuentes de la plantilla de contrato temporal de los hospitales públicos gallegos aseguran que los sindicatos “no se mojan” y que se ponen de parte de los que ya tienen plaza, puesto que forman parte de la comisión. “Somos también personal del Sergas, que no se olviden”, cuentan. Han trasladado en varias ocasiones sus quejas a estas organizaciones pero dicen que “no quieren hacer nada porque no le importamos”.
De manera indirecta, este personal está obligado a presentarse cada cuatro años a opositar, ya que en caso contrario, bajará en las listas y no tendrá trabajo. Hay personas que llevan 18 años o más trabajando en el sector y con varias oposiciones aprobadas, todavía sin plaza en propiedad. Han demostrado su valía y profesionalidad para conseguir un puesto fijo y tienen que demostrarlo todavía para colocarse a la cabeza de las listas.
Mientras tanto, en el caso de que Recursos Humanos haga una llamada, el personal puede dejar de coger el teléfono hasta nueve veces. Después habría una penalización, lo que supone un año sin trabajar, al igual que si rechaza un contrato. Es por ello por lo que el personal vive pegado al teléfono. Además no recibirían ningún tipo de indemnización en el caso de que se les echase de su puesto de trabajo. “Toda la vida ha sido abusivo, es cuando el Sergas quiere”, apostilla una técnica de laboratorio.