El Porvenir: El Gobierno de Cospedal tiene previsto acabar en los próximos días el particular "paripé" que se ha convertido el proceso de licitación del reinicio de las obras del nuevo Hospital de Toledo, que será el contrato público más caro de la historia de Castilla-La Mancha, algo menos de 2.000 millones de euros en 30 años, mediante su concesión por un modelo de gestión privada.
Un "paripé" porque pese al negocio redondo que ofrece Cospedal tras paralizar las obras hace más de tres años solo se ha presentado un único licitador conformado curiosamente por las empresas de tres grandes "popes" de la construcción española: José Manuel Entrecanales (Acciona); Juan Miguel Villar Mir (OHL) y Florentino Pérez (ACS/Dragados).
Es bueno recordar que el proyecto previsto por la presidenta regional para el nuevo centro hospitalario, que atenderá principalmente al área sanitaria de Toledo, aunque también tendrá servicios de referencia provincial y regional, además de ser más pequeño y caro que el inicialmente proyectado por el anterior Gobierno socialista, no tendrá las habitaciones individuales con sofás-cama que disponen los pacientes madrileños en sus nuevos hospitales de la comunidad de Madrid.
Un confort muy alardeado por su entonces presidenta, Esperanza Aguirre durante la inauguración de los ocho hospitales madrileños con el mismo modelo de gestión privada que quiere el Ejecutivo regional del PP en Toledo.
La lideresa de la derecha madrileña tuvo en su Gobierno como consejeros a la propia Cospedal y al actual responsable de la Sanidad castellano-manchego, José Ignacio Echaniz, en la época en que se proyectaron estos centros hospitalarios con esos estándares de calidad.
Siete de cada diez habitaciones serán de uso doble
Así, a pesar de que es un nuevo hospital que pretendía alcanzar la categoría de ciudad sanitaria, Cospedal castiga a los toledanos con un centro hospitalario repleto de habitaciones de doble uso y solo un 30% de uso individual.
Para entender ese "castigo" a los toledanos solo dos ejemplos: Uno, el anterior proyecto de este hospital diseñado por el Gobierno socialista y que Cospedal ha modificado para privatizarlo, preveía 800 habitaciones de uso individual.
El otro ejemplo es el nuevo Hospital de Puerta de Hierro, de Madrid, que el PP pone de ejemplo para su hospital de Toledo y que dispone de 613 habitaciones individuales para un área sanitaria de 550.000 personas.
Ahora, en Toledo, Cospedal y Echániz quieren un hospital con 366 habitaciones para un área sanitaria de 438.000 personas, de las cuales 256 son de uso doble y solo 110, de uso individual, casi seis veces menos que el Puerta de Hierro.
Las cuentas
Según el pliego, esas 366 habitaciones del área de hospitalización se dividen de la siguiente manera: Hospitalización médica, 118 habitaciones dobles y 50 individuales; Quirúrgia, 96 habitaciones dobles y 35 individuales; Obstétricia y Neonatal, 20 habitaciones dobles y 5, de uso individual; Pediátrica, 11 de uso doble y 20, individual; y Psiquiátrica, 11 habitaciones dobles (hay dos individuales, pero son de aislamiento, y otras tres dobles, pero son de desintoxicación).
En total, se ofertan para una población de 438.000 habitantes un total de 622 camas de hospitalización, unas cuatro camas más que el actual y viejo Hospital "Virgen de la Salud", de Toledo y que será sustituido por el nuevo centro hospitalario.
A estas camas, el Gobierno de Cospedal suma en el área de hospitalización las 35 incubadoras de la unidad de cuidados neonatales contigua al área de Obstetricia y las 8 de Psiquiatría para aislamiento y desintoxicación.
Las 622 camas están muy lejos de las 760 que dijo el consejero de Sanidad que iba a haber en el área de hospitalización durante la rueda del pasado día 24 de julio, posterior al Consejo de Gobierno que aprobó el pliego, salvo que haya sumado las de la UCI y la URPA, que serán en torno a 90 camas, más las incubadoras, unas 40, incluyendo las 35 de neonatales, y las 8 referidas de psiquiatría.