Acta Sanitaria: El personal del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (HGUGM) de Madrid ha emitido un comunicado en el que denuncia las “importantes deficiencias” de dicho Servicio que provocaron la dimisión del jefe de la Unidad del hospital madrileño.
“Desde su construcción, el Hospital Maternoinfantil General Universitario tiene una importante deficiencia de camas dedicadas al cuidado y tratamiento de niños en estado crítico y dependientes de tecnología compleja”, aseguran los miembros de este Departamento, una situación que “lleva a un estado de continuo conflicto y crea importantes problemas para atender correctamente a pacientes con problemas médicos y quirúrgicos complejos”, y que también “obliga a la frecuente suspensión de intervenciones quirúrgicas programadas”.
Según afirma el personal de la UCI Pediátrica, esta situación es conocida por la dirección del centro, “ya que se le ha comunicado en repetidas ocasiones y ha quedado incluso recogida en el informe oficial sobre la asistencia de Cuidados Intensivos de la Comunidad de Madrid”.
Tras presentarles diferentes alternativas, la dirección del Hospital Gregorio Marañón “se comprometió públicamente a aumentar el número de camas médico-quirúrgicas para el cuidado de niños con patología compleja y dependientes de alta tecnología a cargo del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos”.
“Sin embargo, ha decidido no incrementar las camas dedicadas al cuidado tanto de niños con patología médica como quirúrgica y, por el contrario, ha optado por aumentar las camas dedicadas al postoperatorio inmediato de corta estancia de pacientes quirúrgicos de baja complejidad”, asegura el colectivo de sanitarios, razón por la cuál su jefe presentó su dimisión.
“La decisión adoptada por la Dirección no soluciona los problemas y necesidades del Hospital, que, como todos los centros dedicados al tratamiento de niños con patología cada vez más compleja, precisa unidades especiales que permitan la atención integral de pacientes con cualquier tipo de enfermedad o problema (no sólo los derivados de intervenciones quirúrgicas) cuya duración de ingreso es muy variable, y que, al mismo tiempo, aseguren el acompañamiento de los padres las 24 horas del día”, prosiguen los miembros del Servicio.
En este sentido, estos profesionales concluyen que el retraso en la ampliación del número de camas dedicadas al tratamiento de estos pacientes “no sólo repercute significativamente en el funcionamiento del Hospital, sino que supone un importante perjuicio para los pacientes y sus familias”.