Redacción Médica: Según el informe de la Fundación de Cajas de Ahorro sobre recorte de las CCAA en gasto sanitario durante los años de la crisis, Castilla-La Mancha es la que más dinero ha dejado de gastar en concepto de personal. Concretamente, el gobierno castellano-manchego ha recortado entre 2009 y 2013 un total de 19,08 por ciento en el gasto dedicado al personal.
Recortes en gasto de personal por CCAA según el informe de Funcas. |
En el polo opuesto mientras tanto está el País Vasco, la comunidad que menos ha recortado en este periodo en gastos de personal, solo un 3,49 por ciento. Por detrás, Castilla y León, con un 5,56 por ciento; y Navarra, con 6,52 por ciento menos.
El estudio elaborado por Funcas detalla que “una parte importante del descenso del gasto (de las comunidades autónomas) se debe justamente a las reducciones en los precios del factor trabajo”, o lo que es lo mismo, a los salarios.
El documento señala que la reducción del gasto de personal se ha sustentado por una parte en las rebajas y congelaciones salariales aprobadas por el Gobierno central así como en distintas medidas de control adoptadas por las propias comunidades; y por otra en la disminución de las plantillas, y en este sentido destacan las interinidades, contratos eventuales, jubilación a los 65 años.
Eso sí, según los datos, indican que en el primero de los casos no cabe “al menos a priori” deducir efectos negativos sobre la atención sanitaria, “salvo posibles afecciones sobre la productividad de difícil cuantificación”. Pero en lo que respecta al segundo aspecto destacado, “las consecuencias sobre la calidad de la atención sanitaria, listas de espera, etc. son mucho más plausibles, de modo que se pueden detectar con mayor precisión las comunidades donde el impacto de los recortes puede haber sido más negativo”.
Profesionales sanitarios
Según el informe, las bajas se han concentrado en la asistencia hospitalaria y especializada, siendo menor el impacto en el ámbito de la atención primaria, aunque los datos indican que los efectos en términos de gasto fueron proporcionalmente mayores en primaria que en especializada. En atención primaria, el número de profesionales se cifraba en 85.267 en 2009 y, tras un leve descenso en 2010, alcanzó un máximo de 85.852 en 2011, situándose finalmente en 84.651 en 2013. Solo en los casos de Asturias, Castilla y León, País Vasco y La Rioja puede observarse un descenso algo mayor del número de efectivos de atención primaria respecto a los máximos alcanzados por cada una de ellas en distintos momentos del periodo.
En cambio, en la atención hospitalaria y especializada sí existe una reducción significativa de personal en casi todas las comunidades autónomas.
El estudio también hace un examen más pormenorizado del personal médico, y concluye que apenas existe reducción de personal en el caso de los médicos, que pasan de 76.691 en 2010 a 76.481 en 2013, con alguna excepción muy concreta en Castilla-La Mancha y Cataluña. Por el contrario, los ajustes se vuelcan sobre el personal de enfermería, los técnicos sanitarios y el personal no sanitario. En el primer caso, sobre un máximo de 135.921 enfermeros en 2010, se baja hasta 131.811 en 2013, un descenso de 4.110, un 3,0 por ciento. Las comunidades proporcionalmente más afectadas respecto al máximo de personal alcanzado en 2010 o 2011 fueron Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña y Murcia, y las menos afectadas, País Vasco (que además crece), La Rioja, Baleares, Cantabria y Extremadura.
En lo que a técnicos sanitarios se refiere (auxiliares y técnicos superiores), la disminución de efectivos fue de 5.936, un 4,8 por ciento, con Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid, a la cabeza de los recortes, y Galicia, País Vasco, Canarias y Baleares en el extremo opuesto.
En cuanto al personal no sanitario, la reducción ascendió a 8.898 personas, un 7,4 por ciento menos que en 2010, dejando la cifra final en 111.548 en 2013. En este caso, las comunidades que realizaron un mayor ajuste relativo fueron Navarra, Castilla-La Mancha, Baleares, Madrid, Murcia, Andalucía y Asturias, en tanto que País Vasco, Comunidad Valenciana, La Rioja y Galicia fueron las menos afectadas.
Funcas concluye en su informe que en el área sanitaria las comunidades autónomas han cargado los recortes de plantillas en las categorías inferiores, tanto en atención primaria como en hospitalaria y especializada.