EL PAÍS: El Servicio Madrileño de Salud (Sermas), ente público que gestiona todos los hospitales y ambulatorios de la región, pasó de tener 106.565 trabajadores en 2011 a cerrar 2013 con 86.235; es decir, perdió el 19,1% de sus efectivos en solo dos años. Así lo recoge un informe de la Cámara de Cuentas, consultado por EL PAÍS, que analiza la cuenta general de la Comunidad de Madrid en 2013. Este trabajo de fiscalización examina la liquidación del presupuesto de toda la Administración regional, incluidos los entes públicos y los organismos autónomos. Es decir, permite saber si, acabado el año, se gastó más o menos de lo previsto en cada partida.
Por primera vez este año el informe de la Cámara de Cuentas permite comparar qué ha sucedido con el dinero destinado a sanidad en la región, unos 7.000 millones de euros anuales (cerca del 45% del presupuesto total que maneja el Gobierno regional). Las cuentas de la sanidad madrileña no se fiscalizaron públicamente hasta 2012, lo que hacía imposible conocer hasta qué punto se ejecutaba el presupuesto inicial o el número real de trabajadores. Ha habido años en que se gastaron hasta 1.000 millones más de lo previsto sin que esas desviaciones se controlaran en el Parlamento regional. La propia Cámara de Cuentas llegó a pedir en sus informes que la Comunidad de Madrid incluyera al Sermas en la fiscalización. El presidente, Ignacio González, aceptó hacerlo finalmente en octubre de 2012.
Los cinco grandes hospitales madrileños, todos ellos de gestión pública directa, han perdido durante los años de la crisis más de 4.500 trabajadores, según revelan las memorias anuales de estos centros: Ramón y Cajal, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Clínico San Carlos y La Paz. El grupo parlamentario socialista en la Asamblea de Madrid ha comparado las memorias de 2007 y las de 2013, ha sumado los efectivos que constan en cada categoría (equipo directivo, médicos, enfermeras, matronas, celadores, administrativos...) y ha llegado a la conclusión de que en estos hospitales se perdió en estos seis años el 15% de la plantilla total.
El Gregorio Marañón es el más afectado, al pasar de 8.891 trabajadores a 7.328: un 17,6% de reducción. Le siguen el Clínico (17,1%), el Ramón y Cajal (16%) y el 12 de Octubre (15,6%). Por colectivos, el de las enfermeras es el que sale peor parado. En los cinco hospitales hay 1.268 puestos menos. En términos porcentuales, sin embargo, el mayor recorte se da entre los fisioterapeutas: su número se ha reducido un 16%. “Los recortes se han manifestado fundamentalmente en personal. Sin profesionales no hay servicio. Hay más listas de espera, se trabaja en peores condiciones, en definitiva, tenemos peor sanidad”, asegura el portavoz socialista del área, José Manuel Freire. "El Gobierno oculta información a la sociedad, a la oposición y a los sindicatos", añade. "Esa opacidad, que impide conocer la situación exacta, nos está dificultando calcular cuántos puestos de trabajo en la sanidad vamos a reponer si llegamos a tener responsabilidad política este año".
El análisis de las cuentas permite comprobar que en 2013 Madrid gastó menos que el año anterior en la sanidad de sus ciudadanos. En concreto, un 5% menos. Así lo recoge el informe del órgano de control del sector público madrileño: el gasto presupuestario (obligaciones reconocidas) fue de 7.241 millones de euros. Oficialmente este recorte aún es mayor, del 21%, según el informe, pero los datos de 2012 están “distorsionados por deficiencias en la imputación temporal de gastos al presupuesto surgidas en el ejercicio 2011”, señala. Las facturas de los proveedores que se guardaron en los cajones tuvieron que computarse en el año 2012, lo que incrementó las obligaciones reconocidas en ese ejercicio. Restando ese efecto, la caída del presupuesto sanitario fue del 5%, constata la Cámara de Cuentas.
En la sanidad madrileña los gastos de personal representan el 40% del total. “Han sufrido una disminución interanual del 3%”, apunta el informe. En número de trabajadores, se pasó de los 95.371 de 2012 a los 86.235 de 2013. Un 10% de recorte. Por áreas, el 79% de los efectivos están en los hospitales; el 17%, en los centros de salud; el 3% en el servicio de emergencias SUMMA 112 y el 1% en los servicios centrales.
El recorte en personal de 2013 no hizo sino ahondar en la pérdida de trabajadores del sistema sanitario, a juzgar por los datos de la fiscalización de la cuenta general de 2012. En este informe ya se recogía una caída del 10% con respecto al año anterior. En total, en solo dos años, la sanidad ha perdido a uno de cada cinco de sus trabajadores. Al no disponer de informes anteriores a 2012 no se puede conocer cómo ha cambiado la situación desde el inicio de la legislatura o desde antes de la crisis. Cuando presentó las cuentas de 2013, el Gobierno regional aseguró que había “un incremento de médicos y enfermeros”. La Consejería de Sanidad no quiso hacer ayer ningún comentario sobre la discrepancia entre esta afirmación y los datos de la Cámara de Cuentas.
La caída de las plantillas contrasta con la apertura de nuevos centros sanitarios. El presidente, Ignacio González, inició ayer el año electoral con una visita de todo su Gobierno al hospital de gestión privada de Collado Villalba, inaugurado hace casi tres meses después de permanecer dos años cerrado —con un coste mensual de 900.000 euros pese a no dar servicio, tal y como adelantó EL PAÍS— y presumió de que en la última década Madrid ha abierto 12 hospitales. “Es la región europea que más infraestructuras sanitarias ha construido en la última década”, dijo.
La progresiva pérdida de personal sanitario en Madrid ha sido denunciada año tras año por la oposición y los sindicatos. La saturación de algunos servicios de urgencias ha llegado a los juzgados en forma de denuncias de los trabajadores, preocupados por si la falta de personal podría provocar errores fatales. Ayer mismo los sanitarios del hospital del Henares —uno de los seis de gestión mixta público-privada abiertos en 2012— denunciaron que llevan tres semanas sufriendo el “colapso” de las urgencias, donde aseguran atender a más de 40 pacientes en salas preparadas para 20.
El incremento de las listas de espera quirúrgicas también ha ido en paralelo a la reducción de personal. La Cámara de Cuentas señala en su informe que cerca de la mitad del dinero presupuestado para el llamado “Plan integral de listas de espera” no llegó a gastarse en 2013. Se le destinaron 39 millones de euros y solo se emplearon 20. Este diario preguntó ayer a Sanidad por el motivo, pero no obtuvo respuesta.