Redacción Médica: La sanidad española no se conforma con pugnar, cada año, por ocupar la primera posición mundial en coste-eficiencia de sus prestaciones. En realidad una cronología histórica la coloca como líder indiscutible de ese ranking planetario.
Durante los últimos 50 años, las prestaciones sanitarias españolas se han erigido, en efecto, con el primer puesto del ranking de países considerados más eficientes desde el punto de vista de la salud de sus ciudadanos.
Así se interpreta de una revisión de ese periodo de tiempo recién publicada y que cruza dos variables para saber qué sistema sanitario da mejores resultados: la esperanza de vida y el gasto. Un trabajo firmado por el bloguero Max Roser en la web Our World in Data.
La gráfica resultante –que parte de datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial– coloca a España y Japón, por ese orden, en la parte más alta de la tabla y, en el caso de la primera, más escorada a la izquierda que la mayoría de los países. Es decir, la sanidad española gasta poco y, además, da pie al mayor promedio de expectativa de vida de todo el mundo.
Entre los países que, en ese recorrido histórico, han logrado un promedio de esperanza de vida entre 82 y 83 años, Israel y Corea del Sur son, a su vez, los que menos dinero han gastado en sus sistemas de salud. Y en el caso de los que han alcanzado una expectativa vital entre 81 y 82 años, Chile y Grecia son los que pueden presumir de un sistema sanitario más eficiente.
El caso paradigmático de Estados Unidos
De la investigación sobresale Estados Unidos en el sentido negativo (véase en la gráfica, en color rojo) debido a que se confirma como el modelo de salud más ineficiente y que, al mismo tiempo, menor esperanza de vida lleva parejo entre sus usuarios. La dispersión de los servicios, por lo general privados, y la restricción de la atención sanitaria pública son dos factores que explican, en parte, este caso paradigmático.