La sanidad catalana desvía pacientes a la privada mientras planea suprimir 200 camas

El Confidencial: Los médicos catalanes han detectado un aluvión de desvíos de enfermos de la sanidad pública hacia la privada en las últimas semanas y, en concreto, del emblemático Hospital de Bellvitge. Así lo manifestaron a El Confidencial fuentes del Sindicat de Metges de Catalunya (MC), la mayor organización sindical de este colectivo. “Tenemos la constancia de que enfermos de cinco o seis patologías son derivados sistemáticamente a dos hospitales privados, con la consiguiente sangría que ello supone para la Administración. Le hemos planteado a la gerencia del hospital que no recorte los presupuestos este año ya que el personal puede asumir a todos los pacientes que nos llegan sin tener que derivarlos a la sanidad privada y con el consiguiente ahorro para las arcas públicas, pero no sabemos a qué está jugando la Generalitat”, señalan fuentes de MC a este diario.

 


En el sindicato apuntan directamente a que los pacientes de complejidades más bajas son derivados “por costumbre” a dos clínicas privadas: la Platón y el Sagrat Cor, aunque algunos también van al hospital de Sant Boi, un centro con capital mixto. Agustí Chavarría, secretario general de UGT en el centro, añade también que “intentan reducir la actividad quirúrgica enviando a los pacientes a los hospitales de Sant Boi y Broggi, que es un centro privado, con lo que reducen presupuesto. Pero lo grave es que se reduce personal estructuralmente. Están descapitalizando el hospital. El presupuesto pasó de 325 millones en el 2011 a 287 millones en 2012 y 2013, y el año pasado ahorraron cinco millones del capítulo 1, es decir, de gastos de personal”.

La situación se vuelve más esperpéntica si se tiene en cuenta que Bellvitge es el hospital del Instituto Catalán de la Salud (ICS) que más recortes va a hacer este año, ya que la intención de su dirección es enjugar el déficit de 7,8 millones de euros del año pasado y un recorte adicional (que suma en total 11 millones de euros) restando esta cifra del presupuesto de este año. De ahí que tenga la intención de suprimir 220 camas de las 640 que tiene el hospital. Es decir, que dentro de un mes habrá cerrado más de un tercio de las que dispone. Es de destacar que, en el 2011, el número de camas sobrepasaba las 850. Y, para colmo, ayer había 24 pacientes en urgencias a la espera de poder acceder a una de ellas.

Tanto los sindicatos como la junta de personal consideran que las intenciones de la dirección del centro público son abaratar costes de cualquier manera. “Para agosto, quieren cerrar las plantas 19 y 17 y pasar recursos humanos a la planta 18”, explica Agustí Chavarría.

Similares números dan en MC, añadiendo que “desde que comenzó la crisis, el presupuesto se ha reducido un 18%. Para este año, hoy [ayer para el lector] por fin nos han dado una ligera idea de por dónde van los tiros: de los 287 millones que habría de presupuesto, quieren restar los 11 del nuevo recorte”.

Unas urgencias de risa

Esta situación ha puesto al Hospital de Bellvitge (en él se realiza el 37% de la actividad compleja de los hospitales del ICS) en emergencia. Es más: el centro es, en estos momentos, un polvorín. Un detalle avala esta impresión: en urgencias nocturnas hay sólo un anestesista, un cirujano y un traumatólogo, o sea, un equipo que suele haber “en un pequeño hospital comarcal”. Esta misma semana, hubo un imprevisto y entraron a la vez varios pacientes. Se tuvo que localizar a un anestesista de manera urgente… “Este caso ha generado una revuelta porque no se puede permitir una situación semejante. Y un hecho importante es que a todas las protestas se han sumado esta vez las asociaciones de vecinos y de pacientes”, argumentan desde MC.

La acometida del consejero

El consejero de Salud, Boi Ruiz, echó ayer en cara a la junta de personal que airease la intención de eliminar más de 200 camas este verano. En su intervención ante el Foro Europa, les acusó de hacer “política de bajo nivel” y de utilizar la sanidad para hacer “negocio político”, ya que, afirmó, usan las “emociones de los ciudadanos” y eso es “poco honesto”. El consejero llegó a asegurar que “cerrar una cama no es eliminar un recurso del sistema sanitario” porque puede ser reabierta más adelante. Y no se mordió la lengua: los que protestan por la situación de Bellvitge “son los que ponen en riesgo el sistema sanitario con estas maneras de hacer política”.

Miembros de la junta de personal se entrevistaron también este miércoles por la noche con representantes de la Comisión de Salud del Parlamento catalán, reunión a la que no asistieron CiU ni PP. “Con el tema de los presupuestos, la descapitalización del hospital, la gente en los pasillos, las urgencias colapsadas, las derivaciones a hospitales privados, la contratación a tiempo parcial… estamos al límite de las condiciones laborales. Y todo ello mientras existen unas cifras aproximadas que hablan de que cada año se abonan a la sanidad privada 2.500 millones de euros, siendo Cataluña la comunidad que más paga. Esto explotará por algún lado tarde o temprano”, augura Chavarría. 

 

 

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