EL PAÍS: Los seguros de salud privados crecen a pesar de la crisis. En un entorno económico duro es el único ramo de la industria aseguradora, acorde con los datos de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA), que consiguió crecer en el primer trimestre del año. Un 3,2% en primas y el 2,4% en asegurados. Son porcentajes modestos, pero que significan todo un triunfo en un sector que ha visto como en los primeros 90 días del año todo caía. Automóviles (-3,2%), hogar y multirriesgos (-1,03%), riesgo (-1,18%) y ahorro (-10,97%). Malas noticias desde el mundo de las primas, que sin embargo han encontrado su particular fortaleza en los seguros de salud.
La explicación de estas cifras tiene dos miradas: la que describe la econometría y la que nos llega de la calle. O sea, del día a día de todos. Desde los números, esos porcentajes positivos se justifican por el crecimiento de la asistencia sanitaria, que ha aumentado un 3,8% en primas, el 2,4% en asegurados y un 3,3% en prestaciones. El tirón también es responsabilidad de los seguros colectivos (6,4% en primas y 6,12% en asegurados), que se comportan mejor que los individuales. Esta es la lectura que traza Iratxe Galdeano, experta de Analistas Financieros Internacionales (AFI), y que deja su eco en el sector. “Es una gran noticia que los asegurados sigan dándonos su confianza”, reconoce Iñaki Peralta, director general de Sanitas Seguros. Es más, según recordaba el miércoles pasado el presidente ejecutivo de SegurCaixa Adeslas, Juan Hormaechea, durante el III Foro de Salud de la aseguradora, 7,1 millones de españoles tienen seguro de salud privado a título personal.
Ahora bien, si escuchamos otras voces, otros entornos, los números emiten diferente luz. “Está claro que uno de los objetivos de la política de recortes y de desmantelamiento de la sanidad pública es incentivar el aseguramiento privado”, reflexiona Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). ¿Es una acusación justa?
“El modelo nos otorga un papel complementario a la sanidad pública. No nos expulsa del sistema, aunque es cierto que no faltan personas que sueñan con ello”, se quejaba esta semana Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa (la patronal de las aseguradoras).
Sin embargo, hay pocos motivos para la queja, pues las cifras imponen su particular narrativa. Desde 2010 hasta 2013, en los años más severos de la recesión, el volumen de primas del seguro privado —según ICEA— creció de 6.310 a 6.898 millones de euros. Un 9,32%. Y el número total de asegurados (individuales y colectivos) escaló de 10.303.167 a 10.452.865. En un periodo similar, el que va de 2009 a 2014, el gasto sanitario público retrocedió 12.832 millones de euros. Como respuesta, el estado de la sanidad, señala el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ya es para los españoles el quinto problema más preocupante. ¿Existe una causa-efecto? ¿La fuerza del seguro privado se construye a costa del deterioro de la sanidad pública?
En esta bonanza es cierto “que quizá existe un componente importante que tiene que ver con las dificultades del sistema público”, apunta Manuel Vilches, director general de Idis, una asociación que reúne a grandes empresas que trabajan en la sanidad privada. “Sin embargo, es algo que no nos gusta. No queremos crecer por el demérito de los demás”. Sera así, pero la realidad se impone. “La tardanza de la sanidad pública en hacer pruebas médicas, el retraso en la atención de los especialistas a los pacientes o la demora en intervenciones menores nos han favorecido”, admite Francisco Marco Orenes, vicepresidente de Mapfre España.
Como vemos, ya sea por causas ajenas o propias, el optimismo se extiende como un bálsamo por la industria. “Es un mercado con crecimiento y potencial; y queremos situarnos entre los tres primeros”, avanza Luis María Sáez de Jáuregui, director de negocio de particulares de AXA, compañía que ocupa el sexto puesto de este ramo con una cuota del 4,23%. En esa escalada tendrá que enfrentarse al peso pesado del sector, Adeslas, que controla el 26% del mercado y 1.888 millones de euros en primas. A estos números “ha contribuido la evolución del seguro dental, que crece un 20,7%”, observa Carlos Hernández, subdirector general comercial de la aseguradora controlada por Mutua Madrileña. La razón de este aumento es sencilla. Se trata de una cobertura que está excluida de la Seguridad Social. Pero también hay un componente psicológico, y es la fidelidad. “Las familias”, señala Hernández, “son muy sensibles a la hora de eliminar el coste que supone pagar un seguro de salud privado”. Dicho con palabras de Allianz Seguros: “Este producto ha dejado de verse como un lujo para pasar a ser una necesidad”.
De esta percepción se vale el Gobierno, que podría incluir en su reforma fiscal prevista para este mes deducciones en la suscripción de seguros privados de salud. De momento, únicamente las islas Baleares y Cantabria establecen desgravaciones de este tipo. Eso sí, muy limitadas. Por ejemplo, los ciudadanos cántabros pueden deducirse un 5% de las cantidades pagadas durante el año. “Si la Administración introdujera algún tipo de incentivo fiscal, sin duda potenciaría mucho este seguro”, reconoce Francisco Marco Orenes, de Mapfre.
Porque el sector disfruta de espacio para crecer. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el 29,2% de los hogares españoles tienen seguro de salud. El margen de mejora es alto. Entre 2010 y 2013, los ingresos del sector subieron un 10,75%. De hecho, el ejercicio pasado se cerró con 7.194 millones de euros, el mejor dato en los últimos cuatro años.
Y ya se sabe que un mercado que se expande es un territorio franco para la guerra de precios, una situación que se asemeja a lo que sucede en el seguro directo de coches u hogar. “La lucha en las tarifas resulta evidente”, comenta Consuelo Prieto, responsable médico de Néctar Seguros. Algo que trae consecuencias. “Es negativo para el sector”, asume Miguel Ángel García, portavoz de DKV. “Además, por vez primera, el precio es la variable más importante a la hora de escoger el seguro de salud. Antes no era así”.