Desde el terreno, estas organizaciones han investigado la situación de los países (en los que tienen presencia como organización humanitaria) entre enero de 2014 y abril de 2015.
La conclusión vuelve a ser preocupante. “La salud para los grupos armados se ha convertido en una diana”, explica a la SER el portavoz de HRW, Richard Pearshouse.
La situación es especialmente crítica en Siria. Desde que comenzó la guerra civil hace ya cuatro años, “solo queda en pie el 10% del sistema sanitario que tenían antes de que estallase el conflicto”, cuenta Pearshouse, y “el 55% de los hospitales públicos están cerrados, o funcionan a medio gas, según la Organización Mundial de la Salud”, según se lee en este estudio.
En Siria han muerto 194 médicos, después de haber sido atacados 104 centros de salud. “Las fuerzas del gobierno han detenido a los médicos por haber atendido a los manifestantes, también ha tiroteado a sanitarios por ofrecer primeros auxilios en pleno a pie de calle”.
Hace unas semanas fue bombardeado y destrozado el último hospital que quedaba en la ciudad de Alepo, pero esos ataques se han repetido en otros puntos del país. “Un ataque aéreo de gobierno con misiles dirigidos destruyó el hospital Al-Rodwan de Jassem”.
Eso fue en mayo de 2014, meses después, en noviembre, “un camión bomba, con varios suicidas del ISIS impactó contra un hospital de campaña en la ciudad de Kobani”.
La consecuencia de estos ataques sistemáticos contra los sanitarios y las instalaciones, es que “la mayoría de los profesionales de la salud han huido de las zonas controladas por la oposición de Siria, provocando una grave escasez de personal sanitario cualificado”.
Estas organizaciones han diseñado un mapa interactivo donde sitúan cada uno de los abusos cometidos por grupos armados en estos 17 países.
En Nigeria han sido víctimas de la violencia de Boko Haram. "En este país se ha secuestrado y asesinado de forma deliberada profesionales sanitarios, principalmente personal encargado de suministrar vacunas contra la poliomielitis”. Esta situación también se ha detectado en Pakistán.
En Irak, la amenaza es el ISIS, “el Estado Islámico ha ejecutado los médicos que se niegan a tratar a los combatientes heridos en los hospitales de Mosul”. También recuerdan que el 20 de julio de 2014, el principal hospital de Shirqat “fue bombardeada por las fuerzas del gobierno iraquí. El hospital fue evacuado, y todos los pacientes fueron trasladados”.
Otra de las situaciones que han detectado es la fuga de médicos. “En Ucrania, entre el 30 y el 80% de los trabajadores de la salud han huido por la inseguridad”.
Otro caso llamativo es el de Turquía, según HRW, este país ha sacado adelante una Ley “que criminaliza la atención de emergencia sin autorización oficial, y que podría suponer penas de uno a tres años de prisión para los trabajadores de la salud que atiendan a manifestantes heridos".
El informe también recoge la violaciones de derechos en República Centroafricana, Afganistán, Sudán del Sur, Burma, Colombia, Gaza, Somalia, Yemen, Sierra Leona, Guinea y Liberia.
Ante este tipo de abusos, “la comunidad internacional está siendo pasiva”, según Richard Pearshouse, que ha atendido a la SER desde Ginebra, donde esta semana se está celebrando la 68 Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud.
Estas organizaciones están aprovechando esta conferencia internacional para demandar a las naciones un papel más activo para velar y proteger la salud durante los conflictos armados.