La rebelión por la atención primaria se recrudece en Galicia

EL PAÍS: “Nos han vendido. No entendemos por qué gente experimentada que trabaja en sindicatos a los que la sociedad paga para resolver conflictos como este, nos ha entregado a la Xunta”. Así expresa Luciano Garnelo, uno de los 23 jefes de servicio de los principales centros de atención primaria del área de Vigo, su malestar después de que los sindicatos hayan desconvocado la huelga prevista. El pasado diciembre este colectivo profesional presentó su dimisión para presionar a la Xunta a adoptar medidas contra la "precariedad" de ese sector. Como Garnelo, los médicos vigueses protestan por el acuerdo alcanzado el lunes entre los representantes sindicales y el servicio gallego de salud (Sergas).


Apenas unas horas después del pacto, en el que según los sindicatos el Sergas asumía “todas” las reivindicaciones, Feijóo hablaba solo de una oferta de diálogo, negando que se hubiese acordado aumentar el presupuesto. El acuerdo “era aire; ni siquiera humo”, puntualiza Garnelo. Los médicos han decidido prescindir de los sindicatos y dirigir por su cuenta movilizaciones y una nueva convocatoria de huelga.

“Nos equivocamos”, repiten desde la noche del lunes los portavoces de algunos sindicatos tras conocer que la Xunta se desmarcaba del acuerdo que ellos entendían como una inyección presupuestaria a la atención primaria y por la que firmaron la desconvocatoria de la huelga prevista para esta semana.

Los delegados sindicales de CIG y OMega, ambos facultativos, fueron recibidos con abucheos en la asamblea de atención primaria celebrada el miércoles por la noche en el Colegio de Médicos de Vigo a la que asistieron cerca de 200 integrantes.

Sus compañeros les reprocharon -a ellos y a la Coordinadora Galega de Primaria- que ni siquiera hubieran planteado a la asamblea la desconvocatoria de la huelga antes de firmarla. “No nos pusieron ni un whatsapp”, lamentaron.

El único acuerdo arrancado a la Xunta, a cambio de suspender el paro de tres días convocado para esta semana -en las puertas la campaña electoral- fue el de crear un comité técnico para negociar.

“No nos explicamos cómo sindicatos y asociaciones bregadas entraron en el lado oscuro y aceptaron seguir negociando el pacto de nunca acabar con el que llevamos décadas sin conseguir nada”, recrimina Garnelo. Destaca que el año pasado “arrancamos un acuerdo verbal por el que la Consejería de Sanidad se comprometía a asumir un montón de demandas en un plazo de tres meses: ¡A fecha de hoy no ha hecho nada de nada!; no podemos seguir negociando sobre lo negociado y suspendiendo una huelga para que no suceda nada”, clama el especialista.

El coste para las centrales sindicales del “gran enfado, decepción, tristeza y amargura” que ha generado su pacto con la Xunta entre los profesionales sanitarios será inmediato: los médicos comienzan ya a trabajar sin contar con ellos y se plantean no votar, o hacerlo solo en caso de formar un grupo propio, en las elecciones sindicales de sanidad.

La junta de jefes de servicio y unidad de Vigo dimitidos y cesados ha difundido un comunicado en el que tilda de “fracaso” su confianza en los sindicatos firmantes (CIG, CC OO, CEMS y Omega) así como en la asociación SOS Galicia y la AGAMFEC (Asociación Galega de Medicina Familiar y Comunitaria) que se integraron en el comité de huelga. Felicitan únicamente al colectivo Precarias por la Atención Primaria, “las únicas que no firmaron el vergonzoso acuerdo con la Consellería”.

Los médicos dejan claro que actuarán ahora como junta de Servicio de Atención Primaria (SAP) del EOXI (la estructura organizativa de gestión integrada) de Vigo convocando paros y la huelga de mayo al margen de las organizaciones sindicales y otros colectivos.

Además, anuncian que no participarán en el comité técnico que los sindicatos pactaron con la Xunta y le piden a los firmantes que se retracten y lo abandonen. Se proponen, junto a ello, dejar de aceptar médicos residentes el próximo año en los SAP con más sobrecarga, dejar de negociar y firmar objetivos con la gerencia, boicotear las elecciones sindicales y continuar con la solicitud a la Inspección de Trabajo de investigación de sus condiciones laborales físicas y psíquicas.

“Este es un conflicto por la dignidad y la ética profesional , no es un conflicto laboral; era una huelga que iba a ser seguida masivamente por el colectivo médico por primera vez y nos engañaron: no le interesaba a nadie que esto sucediera”, concluyen los médicos vigueses de atención primaria instando a los del resto de Galicia a que los secunden.


 

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