La Tribuna de Toledo: Hace ya varios días desde que se tuvo conocimiento del recurso interpuesto por el Taller de Arquitectura Sánchez-Horneros (TASH) solicitando la nulidad de la adjudicación de la conclusión de la obra del Hospital Universitario de Toledo y la suspensión de los trámites mientras se considera el recurso. Y ayer, martes, se pronunció el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, sobre el citado recurso y la repercusión que éste tendrá sobre unas obras ya de por sí demoradas en el tiempo.
Echániz alertó de que la paralización de la adjudicación de la obra del futuro hospital de Toledo «perjudica a toda la sociedad» por lo que pidió a las empresas y organizaciones que han recurrido el contrato que «sean conscientes» de su actitud.
Así, comentó el hecho de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas haya admitido a trámite el último recurso presentado por Sánchez Horneros, por lo que ahora la Consejería tiene un plazo de cinco días para presentar alegaciones.
«Pido a las instituciones, organizaciones y empresas, que buscan objetivos distintos a los sociales, que sean conscientes de que lo que hacen con su actitud y su comportamiento es perjudicar a toda la sociedad. No perjudican al Gobierno regional, sino a los ciudadanos», insistió.
A su juicio, es «grave que haya intereses políticos o económicos que no piensen en el bien común», si bien sostuvo que el Gobierno regional va a «seguir remando para intentar conseguir que ese proyecto esté en marcha».
Para Echániz, «es evidente que Toledo necesita un nuevo hospital», ya que el Virgen de la Salud está «deteriorado y es antiguo».
Toda el alma. Recordó, en este punto, que la Consejería de Sanidad «ha puesto toda su alma» en esta legislatura para desarrollar un proyecto que tuviera como consecuencia la construcción del nuevo hospital, que beneficiará, recalcó, a toda la comunidad.
Por último, manifestó que los ciudadanos «no van a olvidar la actitud de gente de determinados sectores que solo piensan en sus intereses políticos y económicos y lamento que sea así», al tiempo que advirtió que, con esta forma de actuar, «no se ponen zancadillas al Gobierno, sino a los ciudadanos».