Cadena SER: Con media España de vacaciones, no es extraño que una gastroenteritis, un catarro o un esguince te pille en la playa. En un país con una sanidad tan robusta como el nuestro, no debería haber demasiado problema en que te atiendan en A Coruña si eres de Valladolid o en Cuenca si eres de Granada. Pero, ¿qué pasa si sucede algo más grave y hay un accidente? ¿Si el paciente no está consciente? ¿O si es una persona mayor que no recuerda cómo se llama el medicamento que toma o las alergias que tiene?

En España, si algo de esto sucede y te atienden en tu lugar de descanso o estás fuera de tu comunidad autónoma por cualquier otro motivo, el médico no puede acceder a tu historial clínico. No puede ver si eres alérgico a la penicilina o si tienes una dosis elevada de anticoagulantes o corticoides, por ejemplo. Una circunstancia, en plena era de la digitalización, que pone en peligro el buen hacer de los médicos y la salud de los pacientes.

Esta situación sería evitable con voluntad política. Es lo que reclama José Polo, el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN): "Son muchas las promesas y poco lo que se cumple, Es absurdo que, en el mundo actual y en un país desarrollado y con un nivel económico como el de España, esto no se haya planeado. Es demencial", nos cuenta.

En una sociedad digital, el médico tiene que ir muchas veces completamente a ciegas: "No conocemos el tratamiento que tiene puesto el paciente. Nos tenemos que fiar de lo que nos refiere, de su memoria, pero no sabemos sus alergias, su historial, qué enfermedades tiene o ha tenido...", denuncia el presidente de SEMERGEN.

Y la memoria es frágil, especialmente entre las personas mayores con enfermedades crónicas y mucha medicación. Pedro Carrascal, el director de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, apunta que "el impacto en las personas mayores, principalmente mujeres, que viven solas es mayor. La mitad de las personas mayores no consigue comprender bien qué es lo que el médico les dice. Esto puede producir problemas importantes en la gestión de la enfermedad de estas personas".

Desconexión incluso dentro de la misma autonomía

Una situación que llega al máximo absurdo en aquellas comunidades autónomas en las que ni siquiera hay comunicación entre hospitales y ambulatorios o centros de salud: "el paciente acude al hospital, se realiza una prueba diagnóstica o una analítica y no se dispone de ella en tiempo real en el centro de salud. Y al contrario. Eso es absurdo. En una misma comunidad autónoma", apunta Polo.

El Gobierno ha destinado entre este año y el anterior más de 230 millones de euros a digitalizar la Atención Primaria, dentro del PERTE de Salud de Vanguardia, sin que de momento esto llegue a los historiales médicos.