EL PAÍS: Las tres hileras de sillas de plástico azul de la recepción del centro de salud Ronda Histórica de Sevilla se van ocupando tímidamente a las ocho de la mañana, cuando el centro abre sus puertas. Las instalaciones se preparan para 12 horas de ajetreo que empiezan en el mostrador de atención al cliente. Y de aquí, como un goteo constante, los pacientes se dirigen a las salas de espera del médico o enfermero de atención primaria. Por sus consultas han pasado más de 188.000 personas entre enero y octubre de 2014 y el grado de satisfacción de este centro en los años 2012 y 2013 es del 95,2%, casi cinco puntos por encima de la media del distrito.
A las 20.00 se cierra la puerta principal, pero la actividad no cesa. Un médico, un enfermero y un celador se quedan de guardia en el servicio de urgencias para atender a los pacientes que puedan llegar durante la noche. El centro de salud Ronda Histórica cuenta con 17 médicos de familia, 17 enfermeros, seis pediatras, un odontólogo, una matrona y otros profesionales sanitarios, todos ellos coordinados por Joaquín Torres, director del centro. Un equipo y unas instalaciones que ofrecen servicios “básicos” con el objetivo de dar una correcta atención a los pacientes, según afirma Torres.
Consultas de medicina y enfermería. Por las dos plantas del edificio se despliegan consultas de médicos pero también de enfermeros, con una particularidad: están muy próximas entre sí para favorecer la comunicación entre ambos profesionales. Gran parte de los pacientes de un centro de salud son enfermos crónicos, explica Torres. Ante esta circunstancia es vital la labor de promoción y prevención de la salud que realizan los enfermeros. “Son los responsables de los cuidados, mientras que el médico se encarga de atender de una manera completa la patología del paciente”, añade el director. Que ambos pasen consulta no significa que haya incompatibilidad, más bien “diferenciación”, necesaria para agilizar la atención.
Estos son los datos de atención primaria en Andalucía en 2013 y los correspondientes a determinadas áreas durante los primeros seis meses de este año:
Pediatría. Esta especialidad se encarga de las patologías propias de los niños y para ellos el centro de salud Ronda Histórica cuenta con seis pediatras que dan un servicio de 8.00 a 20.00 y unos pasillos muy coloridos y bien decorados con los dibujos de sus pequeños pacientes.
Urgencias. Cerca de la mitad de la demanda urgente se podría resolver en atención primaria con los medios de los que dispone un centro de salud. “No solo atendemos las consultas, también nos podemos ocupar de casos urgentes que necesiten nuestro apoyo y, si es necesario, derivarlos a un centro especializado”, explica Torres.
Radiología y mamografía. Estas instalaciones cuentan con dos técnicos de rayos que ahora, en plena campaña de la gripe, atienden sobre todo muchas infecciones respiratorias. Este servicio que se presta en este centro de Ronda Histórica se ocupa de la población de esa zona y de otras, como San Luis para, entre todos, abarcar a la mayor parte de población posible. De igual forma pasa en mamografía. Hay cuatro mamógrafos en el distrito de Sevilla, uno de ellos en Ronda Histórica, que realizan estudios de detección de posibles cáncer de mama en mujeres entre 50 y 69 años. En poblaciones más dispersas, se realiza con unidades móviles.
Odontología. El médico de familia es el que deriva al enfermo a odontología, pero el propio paciente también lo puede solicitar si padece molestias. En determinadas patologías crónicas, como la diabetes, estas revisiones son importantes, ya que esta enfermedad puede afectar a las encías.
Retinógrafo. El ambulatorio cuenta con esta herramienta exclusivamente para controlar a los pacientes diabéticos. Sirve para observar su fondo de ojo y, si con esta lectura se detecta algún problema, se les deriva a un especialista de oftalmología. “Es un método de detección precoz que ha evitado mucha ceguera. Nosotros hacemos un seguimiento analítico anual a estos pacientes que incluye la exploración de los pies, el fondo de ojo y el control de la función del riñón. Son elementos diana a los que la diabetes puede afectar y hay que cogerlos precozmente para adecuar el tratamiento”, asegura el director, quien añade que entre médico y enfermero realizan un abordaje integral de los pacientes con esta patología.
Cirugía menor. En este programa se tratan lesiones menores como lunares y lipomas (tumores benignos formados por tejido graso y que aparecen bajo la piel), pero siempre que tengan unas características específicas. “No pueden exceder más de tres centímetros ni deben estar en determinados sitios del cuerpo como la cara, las axilas, las ingles, la palma o la mano”, explica el médico Antonio Mora, encargado de realizar este tipo de intervenciones. Suelen ser lesiones dermatológicas, y para solucionarlas disponen de medios como el nitrógeno líquido que se utiliza en casos menores que no precisan ni abrir ni suturar.
El primer nivel de servicios cubre desde consultas a cirugías menores
Rehabilitación. En esta sala la fisioterapeuta Carmen Rodríguez trabaja la movilidad del cuello con un pequeño grupo de pacientes. Ángeles Real, de 78 años, es una de ellas y gracias a la rehabilitación ha ganado mucha movilidad, según reconoce Rodríguez. Aquí los enfermos acuden una media de entre 10 y 15 días. “Nosotros en atención primaria tratamos cuello, hombro, rodillas, manos y pies, sobre todo”, comenta la fisioterapeuta. Pero, además, en esa sala se ofrece un programa de rehabilitación cardiaca para pacientes con infarto de miocardio. “Estos enfermos se acumulan en las unidades del hospital, sin capacidad para poder darles respuesta, así que con los magníficos profesionales que tenemos aquí les damos el tratamiento que necesitan”, añade Torres. Además, existe una comunicación entre el centro y la unidad de rehabilitación cardiaca del hospital. “Es una atención que podemos dar desde primaria, porque son pacientes que tienen un margen relativamente seguro para que lo hagamos nosotros. Tenemos soportes para dar respuesta de urgencia en cualquier momento. Si uno de estos pacientes sufre una arritmia o tiene algún problema, hay un dispositivo de urgencia y el 061 que en menos de 10 minutos lo tenemos aquí para trasladarlo al hospital”, explica el médico.
Estos son algunos de los servicios que se ofertan en un centro de salud como el de Ronda Histórica, pero no los únicos, entre ellos destacan también las consultas programadas, la promoción de la salud, programas de formación y reciclaje de profesionales, consultas de matrona o educación maternal, entre otros. “Todo lo que podamos hacer en atención primaria es un elemento de calidad y de capacidad para solucionar problemas de salud, pero también de eficiencia. Es más económico atender a los pacientes en los centros de salud con la capacidad que nosotros tenemos, si no es necesario que vayan al hospital”, concluye el director de Ronda Histórica.
Los centros de salud realizan una importante labor de prevención y promoción para concienciar a los ciudadanos de la importancia de llevar hábitos saludables o para preparar a los pacientes para determinadas situaciones. Aquí se enmarcan los programas sobre el tabaquismo, de planificación familiar o de seguimiento del embarazo. Pero la formación no se queda solo en el paciente, también se imparte a los profesionales. Estudiantes de enfermería y medicina de último año de carrera hacen prácticas en Ronda Histórica, al igual que en otros centros de salud. Los residentes de medicina de familia también pasan por estas consultas. “También hay otras especialidades que rotan con nosotros para ver la dimensión de la atención que hacemos”, añade el director del centro sevillano, Joaquín Torres.
Los ordenadores de los centros de salud y hospitales andaluces disponen del programa Historia Digital de Salud del Ciudadano, un soporte que, para Torres, es uno de los “avances más importantes en los últimos años porque permite tener disponibles todos los datos del paciente y de su proceso patológico”. Los profesionales pueden echar un vistazo rápido a la historia del paciente y ver qué mediación está tomando y a qué otros centros ha acudido. También alerta al sanitario en el caso de que se produzca una incompatibilidad entre los medicamentos que se le receten al paciente. Dentro de esta herramienta funciona también el programa Receta XXI donde el médico puede hacer una prescripción de un fármaco hasta por un año. “En caso de un paciente crónico que va a necesitar un determinado tratamiento durante un periodo de tiempo, se le pueden mandar los medicamentos para que él los saque de la farmacia sin necesidad de venir a la consulta. Así el paciente sabe que cuando viene a un centro de salud es por un problema sanitario, no por una cuestión administrativa”, dice Torres.