diariosanitario.com: Carta de los compañeros de Gestión y Servicios de la Gerencia de Atención Integrada de Hellín, Albacete: Arturo Ibáñez forma parte de la historia del Hospital de Hellín desde el primer día, ya que fue el primer trabajador al que se contrató. Estaba tan solo en obras cuando el Insalud realizó su primer contrato, y no fue precisamente un sanitario, sino el Jefe de Suministros, Arturo, quien debía encargarse de organizar compras, materiales, montaje y cada detalle para que en 1990 el Hospital de Hellín fuera una realidad.

Desde entonces, durante 30 años, ha dejado su huella liderando un Servicio del que han salido concursos públicos tan importantes para Hellín como la tan nombrada resonancia magnética, instalada en 2018. Recientemente, estas mismas navidades, coordinaba el montaje y traslado del tan esperado Centro de Salud de Hellín 1. Y es que son innumerables las inversiones, equipos y concursos que llevan su nombre.

Un hombre que consiguió sincronizar la maquinaria de pedidos, almacén y suministros de tal manera que cada gasa, cada cánula, cada prótesis estuviera en su lugar en el momento indicado. La labor invisible de los profesionales que trabajan en la sombra de Hospitales y Centros de Salud. Ésos que demuestran que el talento no siempre viste de blanco.

Proteger a los suyos

Trabajador incansable, buena persona, Arturo Ibáñez contaba con el reconocimiento y cariño de su equipo y sus compañeros, siendo una institución en la Gerencia de Atención Integrada de Hellín. Entregado a su hospital y sus centros de salud, su último esfuerzo estuvo dedicado a conseguir material de protección para todos los profesionales, sus propios compañeros, en esta batalla contra el coronavirus, batalla que él tristemente no pudo vencer.