EL PLURAL: Después de la construcción del megalómano Hospital Isabel Zendal para hacer frente a la pandemia del Covid-19 y su infrautilización, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decidió reconvertir una de sus secciones en una unidad especializada para tratar a los pacientes de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Sin embargo, no todo es tan bonito como lo pintan desde las instituciones autonómicas, pues este módulo tiene claras carencias que han sido denunciadas por FAMMA y su presidente, Javier Font.
"La creación de la unidad de atención a pacientes de ELA nos parece una buena iniciativa. Es una idea encomiable y totalmente plausible. Sin embargo, lo que no entendemos es que por un lado se haga eso y por otro lado no se les facilite a los pacientes el acceso a sillas de ruedas eléctricas", ha argumentado. "Dicen que lo que limita esa acción es un Real Decreto desde el Ministerio de Sanidad. Mire usted: no me cuente milongas. Usted, desde sus propios presupuestos, puede hacer mejoras a cualquier normativa", ha afeado, dirigiéndose directamente al Gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso y a su Consejería de Sanidad.
"Los problemas que usted tiene en la Consejería de Sanidad son suyos, y no son vinculables al Gobierno central. Usted sabrá cómo hace para resolverlos", ha sentenciado.
A su vez, otro de los problemas denunciados por Font es la insuficiencia de sillas de ruedas en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. Este centro cuenta con 95 sillas de ruedas disponibles, según han comunicado a este medio, pero de acuerdo a las denuncias de FAMMA, no son suficientes.
"Lo que ocurre es que los pacientes tienen que recorrer distancias enormemente largas en el interior del hospital. Además, se trata de una población hospitalaria que es amplia, con gente muy mayor, de 80 y 90 años, o gente accidentada sin silla que va a que les presten una. Desde la administración nos dicen que la gente se las lleva o las dejan en cualquier lugar, pero perfectamente pueden aplicar sistemas para evitar esos problemas", denuncia Font.
"Creo que hay una vaguería administrativa porque no quieren tener enfrentamientos con nadie y no quieren rozar con nada que tenga que ver con los sindicatos, cuando probablemente los sindicatos estén abiertos a propuestas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Nos da esa sensación, de que no quieren tener problemas, y su manera de hacerlo es desatender necesidades", prosigue.
"Estamos hablando de un instrumento imprescindible para los pacientes. Personas operadas de una rodilla, patologías temporales tras un accidente... Se trata de personas que no pueden desplazarse sin ellas. Normalmente, los que tenemos un problema permanente vamos con nuestra propia silla, pero la gente que tiene un problema temporal de movilidad reducida, no las tiene a su disposición, y eso dificulta enormemente su situación. No me cabe en la cabeza que en un hospital no haya ese tipo de elementos de apoyo", sentencia.