PÚBLICO: "En España faltan médicos" es un mensaje que parece estar calando hondo. No en pocas ocasiones, se ha podido escuchar a figuras políticas como Isabel Díaz Ayuso achacar el déficit de especialistas en la sanidad pública al escaso número de estudiantes o la carencia de facultades de Medicina. Pero, ¿se corresponden estas hipótesis con la realidad? Los últimos datos oficiales desmienten estos argumentos y reflejan un incremento de médicos colegiados registrados del 3% en el último año.
Según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este lunes, el número de profesionales sanitarios colegiados en España se situó en 946.5151 en 2022, un 2,7% más que en 2021. De ahí, el colectivo mayoritario fue el de enfermeros, que comportan un 35,5% del total, seguido de médicos (30,9%) y farmacéuticos (8,4%).
En este sentido, los enfermeros colegiados se incrementaron en 7.066 personas (un 2,1%), situándose en 336.321. De los cuales, 9.862 son matronas. Lo que da lugar a una tasa de 7,03 enfermeros por cada 1.000 habitantes, 6,12 médicos y 1,66 farmacéuticos colegiados.
Asimismo, el resto de profesiones sanitarias que recoge la estadística también aumentó, excepto el de protésicos dentales, que se redujo un 0,6%. Los mayores incrementos se dieron en terapeutas ocupacionales (11,5%), podólogos (7,2%) y químicos con especialidad sanitaria
(6,0%).
Por comunidades, el número de médicos colegiados creció en todos los territorios, y sólo descendió en Melilla un 1,5%. Las tasas más elevadas se dieron en Aragón, con 7,33 por cada 1.000 habitantes; la Comunidad de Madrid, con 7,21; y Asturias, con 7,14. Mientras que, de acuerdo con el INE, las tasas más elevadas de enfermeros colegiados fueron en Cantabria (8,93), Navarra (8,89) y Extremadura (8,12).
Unos datos que llevan a pensar, tal y como explica a Público Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, que "hay médicos, pero no en la sanidad pública". El facultativo insiste en la misma reivindicación que ha provocado decenas de huelgas en todo el país en los últimos meses: "Hay que mejorar las condiciones de trabajo para hacer los puestos más atractivos. Lo que pasa es que cada vez menos gente quiere estar en la pública y terminan yéndose, o bien a otras autonomías, o al extranjero", lamenta.
Gorrotxategi señala la conciliación como uno de los puntos clave a mejorar: "La mayoría de los médicos en este momento son mujeres y tienen una dificultad grande en la conciliación familiar. Por ejemplo, en Madrid trabajan hasta las 8.00 o 9.00 horas de la noche... Una madre o un padre que trabaja con esos turnos no ve a sus hijos. Les ven solo durante la mañana para llevarles al colegio y todo el mundo quiere disfrutar de su familia", detalla.
"Es conveniente que esto se resuelva lo antes posible para detener la fuga que está teniendo lugar, así como ampliar la oferta de plazas MIR. Solo la sanidad publica garantiza que todas las personas puedan tener una salud adecuada y de garantías", afirma el pediatra. La región que gobierna Ayuso ha perdido, sólo en el último ejercicio, 396 enfermeras, 56 médicos de familia y 24 médicos de Urgencias. El número total de fugas en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) asciende a 950 trabajadores, según su portal estadístico.
Un déficit que el responsable de Empleo de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO, Jesús Jordán, también vincula con la precariedad del sector. Según la propia organización colegial médica, expresa, "muchos están en la sanidad privada, dónde en muchos casos las condiciones económicas son mejores y la carga de trabajo es mucho menor".
De hecho, "la propia lista Forbes está encabezada por médicos de sanidad privada", añade Jordán. Una tesitura que, recuerda, está empujando a un 25% de los ciudadanos a contratar seguros privados, según la patronal de seguros privados UNESPA.
Por otra parte, el responsable de CCOO destaca la "alta temporalidad en general en todas las categorías profesionales sanitarias, que en facultativos se hacen insostenible" y ha llevado a que "solo en los últimos cinco años, habían solicitado el certificado de idoneidad para trabajar fuera más de 11.000 médicos", concluye.