EL PAÍS: La Xunta admite que este verano, incluyendo julio y septiembre, se cerrarán más de 1.200 camas en los hospitales gallegos. Y tampoco desmiente que ese número se ha duplicado en cuatro años. Pero el Gobierno gallego insiste en que el descenso de enfermedades y la menor afluencia a los centros sanitarios permiten tomar esa medida de ahorro durante las vacaciones sin que la asistencia se resienta. Sometido a duras críticas del BNG y de AGE por este motivo, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido esta mañana en el Parlamento que el 86 % de las camas hospitalarias seguirá disponible a partir del próximo mes y ha vuelto a recurrir al accidente de tren de Angrois, el 24 de julio del año pasado en Santiago, para subrayar que en caso de emergencia la sanidad pública tiene recursos suficientes para reaccionar.

Feijóo, durante la sesión parlamentaria de control al presidente, ha reconocido un leve descenso del número de camas que estarán disponibles este verano, el 86% frente al 87% del año pasado. Y ha tratado de defenderse recordando que también el bipartito de socialistas y nacionalistas que gobernó Galicia hasta 2009 cerraba plazas hospitalarias en verano justificándolo por la menor demanda asistencial. Pero el presidente no ha desmentido los datos aportados por el portavoz del BNG, Francisco Jorquera: de 558 camas cerradas durante el verano en 2010 se ha pasado ahora a más de 1.200. Jorquera ha resaltado además que el cierre antes solo se producía durante los meses de julio y agosto, pero desde 2013 se ha ampliado a junio y septiembre.

Tanto Jorquera como posteriormente la representante de AGE Yolanda Díaz han atribuido esta decisión de la Xunta a un intento de favorecer el traslado de enfermos al sector privado. "Para ustedes todo es mercado, incluido la salud. Y por eso favorecen a los lobbies de la sanidad privada", le ha espetado el portavoz nacionalista. Más dura aún, Yolanda Díaz ha proclamado: "Desde los despachos, aunque todo parezca muy aséptico, se mata gente. Y las privatizaciones sanitarias producen sufrimiento, dolor y muertes".

El presidente ha replicado señalando que desde que están en el Gobierno su política sanitaria ha recibido toda clase de "injurias, insidias y calumnias" y ha insistido en que su compromiso con el sistema público se demuestra con la construcción y ampliación de hospitales y centros de salud. Ante las acusaciones de favorecer a las compañías privadas, ha puesto el ejemplo de las farmacéuticas: "Cuando nosotros llegamos el consumo de medicamentos genéricos era del 10% y ahora ya están en el 40%". Y también ha recurrido, como casi siempre, al recuerdo del bipartito para asegurar que este aumentó en un 40% los conciertos con centros sanitarios privados mientras el PP "los ha disminuido en un 5%".

Feijóo también se ha enzarzado en un intercambio de datos con el socialista José Luis Méndez Romeu a propósito del "espeluznante", en palabras de este último, aumento de la pobreza. Y una vez más el presidente ha recurrido a la herencia de sus antecesores y a resaltar que la posición relativa de Galicia en esas estadísticas es mejor que la del conjunto de España. Pero Feijóo ha tenido que escuchar frases de Méndez Romeu que recordaban mucho al discurso que el entonces líder del PP empleó en la oposición. El socialista ha comparado la caída de los salarios de los gallegos con el sueldo del presidente y le ha espetado: "Deje ya su palacio de lujo, su palacio dorado, y vea lo que están padeciendo los ciudadanos".