"Están matando la Atención Primaria"

PÚBLICO: Una metáfora muy ilustrativa de la situación que atraviesa estos días la Atención Primaria en Andalucía, después de más de cuatro años de Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, está en unas vallas publicitarias pagadas por el Sindicato Médico Andaluz (SMA) de Sevilla, que mantiene convocadas jornadas de huelga todas las semanas después de que un acuerdo sobre los pacientes a atender en cada turno fuera incumplido. El cartel expone una calavera de color negro en una esquina y manchas de sangre que enmarcan este texto: "La medicina de Atención Primaria no se muere. La están matando".


Este sábado, en plena campaña electoral de las municipales, las mareas han convocado concentraciones en todas las provincias en defensa de un modelo de salud 100% publico. Llegan después de dos manifestaciones –la última congregó a miles de personas– y sin que la Consejería de Salud haya sido capaz de firmar –aun con la intención declarada de Moreno Bonilla de hacerlo– un pacto por la Atención Primaria con los cinco sindicatos sanitarios, los corporativos SMA, Satse de enfermería y CSIF, y los de clase CCOO y UGT.

La Consejería de Salud mantiene abierta desde hace meses unas caóticas negociaciones –van ya cinco reuniones– que no terminan de concretarse y que los representantes no terminan de entender. CCOO, UGT y CSIF, de hecho, han retomado movilizaciones ante la falta de entendimiento con el Gobierno andaluz.
 

"No existe por el momento un documento con medidas concretas y acompañado de una memoria económica", lamentan. El próximo encuentro está previsto para el miércoles 17 de mayo, a once días de las municipales. "El desinterés de la administración es patente, puesto que nos convocan muy tarde y sin nuevas propuestas", remachan los sindicatos.

La orden de precios que favorece a las empresas sanitarias privadas y que permite por primera vez externalizar las consultas de Atención Primaria –mediante el pago de hasta 60 euros por cada una de ellas: esto es lo que abona la Junta a las compañías– ha enrarecido sobremanera el ambiente.

Pacto sin cumplir

UGT y CCOO firmaron con Moreno Bonilla un pacto mediante el que la orden quedaba suavizada –solo se podría externalizar en caso de , pero Salud no ha sido capaz de ponerlo en marcha. El propio presidente ha manifestado que se llegará a un pacto, pero este no termina de llegar. Para las mareas, fiarse de una "promesa" de Moreno Bonilla es un error.

Los problemas se acumulan a pesar de un presupuesto enorme. La sanidad rural se resiente. Hay comarcas enteras con un solo pediatra –miles de personas se concentraron en Osuna hace unos días–, hay ambulancias sin médico, las urgencias se han retirado de algunos pueblos. Los contratos continúan siendo precarios, por ejemplo, de dos meses en la UCI de un hospital de Huelva y según denuncia IU, "se está despidiendo a gente en el SAS". El mes próximo, además, vencen los contratos de 12.000 trabajadores. ¿Van a ser despedidos o se van a quedar? se preguntan los sindicatos, que reclaman su estabilización. El Gobierno andaluz, de momento, ha anunciado que seguirán, pero no están claras las condiciones. 

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