Hace unos días pudiste leer íntegramente la entrevista realizada al Director Gerente del Sescam Luis Carretero, concedida a Castilla La Mancha Televisión. A continuación transcribimos la entrevista exclusiva, en este caso realizada por el Diario de Castilla La Mancha (www.dclm.es) a Fernando Lamata, exconsejero de Sanidad de Castilla La Mancha.
Aunque algunos se hayan empeñado en emborronar su gestión al frente de la sanidad castellanomanchega, con insinuaciones y medias verdades, lo cierto es que Fernando Lamata es el artífice principal de que los ciudadanos podamos contar con un servicio de salud universal y cercano, el Sescam, que en los últimos años pudo codearse con los mejores de España y Europa. Licenciado en Medicina y Cirugía, especialista en Psiquiatría, Doctor por la Autónoma de Madrid, Lamata afirma sin ambages que sí hay opciones viables a la privatización de los hospitales públicos, en una entrevista exclusiva con www.dclm.es donde reflexiona largamente acerca de la situación política y financiera actual.
P.- En su experiencia como ex consejero ¿piensa que existen alternativas reales a las privatizaciones de hospitales anunciadas por el actual gobierno en CLM?
R.-Sí. De hecho la mayor parte de los hospitales de titularidad pública en España siguen siendo de Gestión Pública Directa, y no de Gestión Privada. Es una mejor opción. La sanidad pública española sigue siendo una de las más eficientes del mundo, con un gasto de 7% del PIB, dos puntos menos que Alemania o Francia, y con unos resultados en salud mejores que la media de la UE. Esta fórmula de Gestión Privada (adjudicando una concesión para varios años), no es más eficiente. A corto plazo puede tener un menor coste. Pero se suele obtener por disminución de personal, o derivación de enfermos con procesos más complejos a otros centros. Si va mal el negocio, la empresa privada cierra y “devuelve” al Gobierno la carga, habiéndose llevado antes el beneficio. Los hospitales de Almansa, Villarrobledo, Tomelloso, Manzanares, Toledo, Guadalajara, etc., tienen un funcionamiento muy bueno, con unos costes competitivos, a igual calidad de atención y resultados, que los hospitales de gestión privada. A la larga, para los pacientes y para los contribuyentes, el sistema de Gestión Pública es más ventajoso.
EL PROBLEMA ESTRUCTURAL ES LA FALTA DE COMPETITIVIDAD
P.- ¿Existen también otras posibilidades para mejorar la situación económica de la región que no sean el recorte y los despidos masivos del actual gobierno?
R.-El problema de fondo, estructural, de la economía española, y también de Castilla-La Mancha, es la falta de competitividad, el modelo productivo. Nuestra economía tiene que ser capaz de producir bienes y servicios mejores, en calidad y coste, que los de otros países, para poder vender más de lo que compramos. No tenemos petróleo. Tenemos que producir y vender bienes y servicios. ¿En qué sectores? En aquéllos con posibilidades de hacerlo mejor. No podemos competir en costes con China, India, Vietnam, Indonesia, etc. Tenemos que competir en calidad y seguridad. Desarrollo de sectores industriales que aporten valor añadido. En Castilla-La Mancha podemos reforzar, por ejemplo, el Sector Aeroespacial, y el de las Energías renovables, o el desarrollo de software y sistemas y componentes electrónicos, del automóvil, etc. Un sector a seguir potenciando es la industria agroalimentaria. También tenemos que aprovechar nuestra situación, el espacio disponible y la red de comunicaciones desarrollada, con la consolidación y ampliación de las empresas de Logística. Y desde luego, la producción de servicios, la atención personal, los cuidados, el sector social y sanitario, para regiones limítrofes, y para ciudadanos europeos y de otros países. El turismo, cultural, gastronómico, patrimonial, de ocio, de salud, es otro sector a desarrollar, etc. Las empresas constructoras y los sectores relacionados, pueden seguir aportando valor y empleo.
Tenemos buenos ejemplos en la Región de empresas de éxito que están exportando a China, a India, a EEUU, a Canadá y a Europa.
Para avanzar en esta línea, debemos reforzar la apuesta por la formación, la investigación, la innovación, la incorporación de tecnologías más avanzadas, la utilización de TIC, la internacionalización, ganar dimensión empresarial (alianzas, fusiones) etc.
Solo si producimos más, con más calidad, con más innovación, generaremos empleo y riqueza.
Mientras la economía privada vuelve a despegar, el sector público debe jugar un papel clave, con la inversión y la consolidación del empleo público. Recortar en este momento es agravar la recesión. Es una política equivocada.
El Gobierno Regional tiene que empeñarse en conseguir más ingresos, no solo, ni principalmente, en recortar los gastos.
En este sentido, debe influir en el Gobierno de España para que intensifique la lucha contra el fraude fiscal (con inspección, y con educación cívica), para recaudar parte (o todo) de los 70.000 millones de euros que se deberían pagar y no se pagan. Solo con esa recaudación se solucionaría el déficit actual (de 80.000 millones, que el Gobierno de Rajoy quiere reducir a 44.000 este año, recortando).
Por otro lado, abordar una reforma fiscal en la que paguen más los que más tienen. Sobretodo las rentas de capital, que tienen tipos del 30% y pagan realmente el 15%. Supondría 20.000 millones más. Además, impuesto sobre el patrimonio, sucesiones, grandes fortunas, empresas contaminantes, transacciones financieras. Supondría 15.000 millones más.
Es decir, el problema de las cuentas públicas de España no está en el gasto social, que sigue siendo estando 4 puntos de PIB por debajo de la media de la UE. Sino que el problema está en los ingresos: 10 puntos de PIB menos que la media de la UE-27: ¡¡100.000 millones de euros menos!!
EL ACTUAL MODELO BENEFICIA A LAS CCAA MÁS RICAS
Una vez recaude más España, Castilla-La Mancha tiene otro problema: ¿cómo se reparten los ingresos y las obligaciones? Y aquí está el problema del Acuerdo de Financiación Autonómica de 2001 (que negoció precisamente el actual Ministro de Hacienda, Montoro), y su revisión en 2009. En ese acuerdo se decidió que la financiación de sanidad, educación, servicios sociales, etc., no fuera finalista, sino que la financiación de todas las competencias transferidas se hiciera con cesión de tributos, y con una aportación complementaria de fondos estatales. Este modelo beneficia a las CCAA más ricas. A Castilla-La Mancha le benefició porque estábamos en una etapa de crecimiento y expansión. Pero en la crisis los ingresos han caído en mayor proporción, y los gastos (prestaciones) son los mismos. Cuando se critica a las CCAA por el déficit hay que repetir que las CCAA tienen que mantener los gastos en sanidad, dependencia, educación, etc., y que las transferencias económicas del Estado han caído un 20%. El déficit se produce no porque las CCAA son manirrotas, sino porque el Estado ha disminuido drásticamente la financiación.
Esto se agrava cuando al inicio de la crisis y con la caída de los ingresos fiscales, se añaden nuevas obligaciones desde el Estado, como la Ley de Dependencia, la Carrera Profesional, etc.
Cuando las CCAA piden al Estado que reduzca las obligaciones o aumente los ingresos, se desentiende. Entonces la CCAA genera un déficit, y tiene que endeudarse. A la hora de solicitar el endeudamiento, se limita esta capacidad por el Estado, para controlar el déficit, y se hace en función de la proporción de déficit sobre el PIB de la CCAA. Si la CCAA autónoma tiene menos PIB, puede pedir menos crédito, ¡pero tiene que dar las prestaciones con la misma calidad que todas, porque todos los españoles tenemos los mismos derechos! El Estado no contesta.
Por supuesto, además de mejorar los ingresos, el sector público debe esforzarse, de forma permanente, en mejorar la eficiencia, evitar gastos innecesarios, mejorar el servicio. Siempre, en cualquier circunstancia, podemos hacerlo mejor. Pero la reducción de gastos no debe ser a costa de reducir prestaciones, reducir calidad o reducir empleo.
En resumen, CLM tiene que exigir, a corto plazo, una renegociación del Acuerdo de Financiación, un Plan específico para las CCAA con menos PIB, para que puedan mantener los servicios en igualdad de condiciones (el gasto por habitante igual), y para que pueda inyectar estímulos a la economía productiva. Y a medio plazo, CLM tiene que impulsar el cambio de su modelo productivo.
SE PODÍA HABER PEDIDO ALGO MÁS DE DEUDA
P.-El actual gobierno del PP justifica todas sus medidas de ajuste en la situación económica que dejó el anterior gobierno: ¿era posible mantener los pagos a los proveedores y los avances sociales sin recurrir a ese recorte? ¿Cuál es su visión sobre la política de recorte sin inversiones?
R.-La economía española creció 12 años seguidos, hasta 2008 cuando estalla la crisis, originada por la especulación financiera en EEUU. En 2005, 2006 y 2007 hubo superávit fiscal, de 1 punto, 2 puntos y 1,9 puntos del PIB. Cuando empieza la crisis se produce la caída de ingresos fiscales y aparece un déficit muy importante, porque los gastos de la CCAA, fundamentalmente educación, sanidad y servicios sociales, se deben seguir prestando, porque las leyes vigentes reconocen esos derechos a las personas. Ese déficit anual se acumula en forma de deuda, y en retraso en el pago a los proveedores. La deuda, a junio de 2011, era asumible para CLM: la cuota que había que pagar era un 7% del presupuesto. Imaginemos cualquier persona que tenga que pagar una hipoteca con una cuota de 70 euros con un salario mensual de 1.000, o 140 euros con un salario mensual de 2.000. Parece razonable. Se pagó puntualmente hasta junio. Se podía haber solicitado algo más de deuda para poder hacer frente a los pagos a los proveedores. El Gobierno de España no lo aceptó. Ahora el Gobierno de Cospedal lo volverá a solicitar y espero que le autoricen. Es decir, mientras aumentan los ingresos fiscales con las medidas comentadas más arriba, hay que recurrir a un endeudamiento prudente, para poder mantener las prestaciones. Pudimos hacerlo así durante tres años y medio.
EL RECORTE SIN INVERSIONES AGRAVA LA RECESIÓN
“Los retrasos en los pagos, a partir de 2008, fueron un problema diario. Pero fue posible mantener los servicios públicos. Se frenó la expansión. Se redujeron los salarios un 5%. Se hizo una política para reducir el precio de los medicamentos, con ahorro de 50 millones en 2010 y una previsión de 100 millones en 2011, etc. Se mantuvo un ritmo de inversión pública por encima de la media nacional. Y los retrasos en los pagos a proveedores se mantuvieron en volumen por habitante y en tiempo, en la media nacional. Siete meses después, el volumen de facturas impagadas en sanidad se ha duplicado, y el tiempo de demora se ha duplicado. En solo siete meses se ha generado un volumen igual al de 3 años y medio. Y, además, se ha frenado la inversión pública, y se ha comenzado a reducir prestaciones. La disminución de contratos en el sector público ha destruido más de 6.000 empleos. El recorte sin inversiones agrava la recesión”.
EL CAPITALISMO FINANCIERO HA CONCENTRADO UN ENORME PODER
P.- Las fuerzas naturales demuestran que cuando los humanos hacemos mal las cosas se producen cataclismos que obligan a volver al equilibrio: ¿Existe en la vida económica y política una ley semejante que obligará a un mayor equilibrio ecológico para que la riqueza no se siga concentrando en pocas manos?
R.-Depende de la perspectiva de análisis que adoptemos. Me explico. Si hablamos en términos geológicos, dentro de 2 millones de años probablemente no habrá seres humanos y los equilibrios ecológicos del planeta y del universo seguirán sus ciclos de glaciaciones y colisiones, hasta que la tierra se extinga unos 4.000 millones de años después. No somos nada.
Ahora bien, si hablamos en términos biográficos, aquí y ahora, vemos un cambio en el funcionamiento del capitalismo financiero, en los últimos 20 años, que ha concentrado un enorme poder en pocas manos, que ganan más dinero en función de transacciones que no tienen que ver con la economía real –creación de empleos, creación de bienes y servicios-, sino que a veces ganan más cuanto peor va la economía real de un país, porque han “apostado” a que va a ir mal. Los ejecutivos de una empresa no ganan más porque esa empresa produzca mejor, sino por la compra venta de acciones y otros productos financieros más o menos tóxicos.
Por otro lado, las economías emergentes (China, India, etc.) están concentrando ahora el gran volumen de producción industrial, con bajos salarios y condiciones de vida modestas, sin seguridad, y eso afecta a nuestros modos de producción y nuestra capacidad de competir. Esto obliga a ajustes continuos. Estos procesos son incrementales, más producción, más acumulación de capital, más beneficios para unos pocos, más sobreexplotación de los recursos no renovables, etc.
La respuesta a estos fenómenos no parece surgir de los modelos clásicos. El ámbito nacional y las fuerzas sociales nacionales no parecen tener capacidad de compensación y equilibrio. Los Presidentes de Italia y Grecia, el ministro de economía de España y los máximos directivos de la economía de EEUU provienen de firmas que estuvieron en el origen de la crisis económica. Mientras se pide recortar salarios y pensiones, un banquero, que ganaba 6 millones de euros al año, se lleva una pensión de 50 millones de euros. El hecho de que esta realidad no provoque una conmoción social, muestra el grado de anestesia moral que sufrimos y la incapacidad de respuesta de los agentes sociales.
Deberán surgir otros mecanismos de confrontación para intentar alcanzar ese equilibrio ecológico. Todavía no han surgido.
ME PREOCUPA QUE EL DISCURSO DOMINANTE SEA EL DE LA CLASE DOMINANTE
P.- Usted parece ser de los pocos políticos que se preocupa por las causas de la crisis, algo esencial para que no se repita, para castigar en su caso a los culpables y para devolver a los gobiernos su capacidad de defender a una mayoría de sus ciudadanos…
R.-Me preocupa que el discurso dominante (hay que recortar el déficit, porque los servicios sociales son insostenibles, etc.) sea el de la clase dominante (el capitalismo financiero global) que con sus abusos, y la desregulación que los permitieron, han provocado esta crisis. Pero siempre ha sido así. Para cambiar el discurso, la mayoría de la población, los trabajadores, los parados, los intelectuales, etc.,deben lograr ser la fuerza dominante.
Creo que los gobiernos nacionales, y las organizaciones sociales actuales, no tienen capacidad de dar respuesta a este nuevo capitalismo. Tendrán que ser nuevas formas de organización social. En todo caso apuesto por seguir intentando fortalecer el Gobierno de Europa, ya que con su dimensión podría hacer un contrapeso eficaz a las fuerzas de los mercados. Y hemos de avanzar en una Gobernanza Mundial, donde los intereses de todas las personas, a través de representaciones políticas democráticas, puedan ordenar los intereses económicos al servicio de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta. Es lo que dice la Constitución Española respecto a España: toda la riqueza nacional está al servicio de los ciudadanos. Lo que pasa es que los poderes económicos actuales juegan en otra “liga”, una liga mundial, y si seguimos con una visión localista y de corto plazo, nos van a ganar todos los partidos.
Para defender a la mayoría de los ciudadanos hemos de ser capaces de construir nuevas formas de organización social que los vertebren, con una estrategia mundial y de largo plazo.
Podemos hacerlo.