EL PAÍS: Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha anunciado este martes una investigación sobre las dificultades que está teniendo la atención primaria regional para digerir el torrente de casos positivos por coronavirus que está provocando la sexta ola de la pandemia. “En algunos centros de salud no cogen los teléfonos, se cuelgan, de repente no hay médicos…”, ha dicho la líder conservadora en una entrevista en Es Radio, donde ha especificado que no hay problemas en la atención sanitaria, aunque sí ha dado a entender que puede haberlos en algún caso en el terreno administrativo. “Cada vez se ve de manera más recurrente como en algunos centros de salud, no en todos, ya empieza a haber mucha tensión [porque] utilizan los espacios de todos para colgar sus pancartas. No todos quieren trabajar y arrimar el hombro”.
La sexta ola de la pandemia amenaza con sobrepasar las capacidades del sistema sanitario madrileño: el Colegio de Médicos ya ha advertido de la posibilidad del colapso de la atención primaria. En los últimos días se han hecho habituales las imágenes de ciudadanos haciendo largas colas a las puertas de estos centros. Llamar por teléfono no arregla nada, porque cuesta dar con alguien que conteste, según las quejas de los usuarios. Los sindicatos denuncian que el número de pacientes a los que tienen que atender los profesionales sobrepasa con mucho lo posible. Y todo apunta a que la situación solo va a empeorar: Madrid ha notificado este martes 11.221 nuevos contagios, la cifra más alta que se registra desde que comenzó la pandemia, y la tendencia que reflejan los datos oficiales señala que es posible alcanzar una incidencia de 1.000 contagiados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días antes del viernes.
“[La izquierda] quiere convertir los centros de salud en sedes electorales”, ha argumentado Díaz Ayuso. “Cada vez se ve de manera más recurrente como en algunos centros de salud, no en todos, ya empieza a haber mucha tensión [porque] utilizan los espacios de todos para colgar sus pancartas. No todos quieren trabajar y arrimar el hombro. Es tal cual”, ha añadido. “Se mezcla la situación real con la que ellos provocan (…) Va a ser un campo de batalla”, ha subrayado. Y ha rematado: “Nos está pasando muy frecuentemente de ciudadanos a los que dependiendo del centro de salud al que acudan, la atención que están recibiendo, no la sanitaria, sino la atención al ciudadano como tal, es distinta (...). Queremos saber qué está sucediendo (...). Quiero estudiar profundamente qué está sucediendo en los centros de salud de Madrid. No en todos los casos los ciudadanos tienen por qué estar esperando haciendo colas, y por qué en algunos no cogen los teléfonos, se cuelgan, de repente no hay médicos… lo vamos a investigar”.
Madrid tenía justo antes de que comenzara la pandemia 4.055 médicos de familia. Según el portal estadístico de la Comunidad, en noviembre había 4.033. Es decir, tras casi dos años de lucha extenuante contra el virus, hay 22 profesionales menos. Además, no está claro cuantos de esos sanitarios están en activo, y cuántos de baja, entre otras cosas, por haberse contagiado.
Así, el sistema está tan desbordado como para que la consejería de Sanidad haya informado este martes en un comunicado de que cambia el protocolo de lucha contra el virus: a partir de ahora, contará como caso confirmado un positivo en un test de autodiagnóstico. Una muestra de que escasean los recursos y las fuerzas para que los centros de salud, tensionados al límite, asuman la realización de la PCR de confirmación que se pedía hasta ahora. En ese contexto, la reflexión de Díaz Ayuso ha provocado un terremoto entre los sanitarios, agotados tras casi dos años de lucha en la primera línea contra un virus que puede ser mortal.
“Exigimos la rectificación inmediata de estas declaraciones difamatoria de Isabel Díaz Ayuso contra los profesionales de los centros de salud de la Comunidad de Madrid”, ha planteado en un comunicado la Asociación Madrileña de Enfermería independiente. “Nuestro gabinete jurídico está valorando acciones a tomar”.
“La culpa es sólo tuya, mis compañeros hacen más de lo que pueden”, le ha contestado en Twitter Yolanda Fuentes, exdirectora general de Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid, que dimitió en mayo de 2020 en protesta por la apuesta de Madrid por pasar de fase en la desescalada cuando ella consideraba que la región no estaba lista. “Y de eso se han valido”, ha recalcado. “La vocación de servicio público que ellos tienen en ustedes ni está ni se la espera”.
Madrid es la última Comunidad en gasto sanitario en relación con el Producto Interior Bruto de España. Además, los Presupuestos que espera aprobar este miércoles el gobierno regional incluyen menos dinero para Sanidad que lo que se gastó realmente en 2019 (últimas cuentas aprobadas hasta ahora en Madrid), pese a la pandemia y a que el proyecto supone un récord en gasto. Con la sexta ola de la pandemia golpeando con toda su furia la región, el Ejecutivo ha anunciado que renovará los más de 11.000 contratos extra de sanitarios firmados para hacer frente a la crisis. Pero el dato tiene truco: muchos de ellos ya formaban parte del sistema sanitario desde hace años en puestos estructurales, donde venían encadenando un contrato temporal tras otro.
La covid ha destapado todas las carencias del sistema sanitario español, también del de Madrid. La sexta ola deja a su paso algo parecido a los restos de un naufragio en la Comunidad: los centros de salud están tan saturados que están cerrando las agendas habituales para centrarse únicamente en la covid, aún así no llegan a atender todas las peticiones de test, y las colas a sus puertas se acumulan repletas de ciudadanos que buscan respuestas sin encontrarlas.