EL PLURAL: Tres países y más de 1.500 kilómetros. Cuatro vecinos Carabanchel, miembros de la asamblea popular del barrio sureño de la capital, han recorrido esta distancia en bicicleta para llegar hasta Ginebra (Suiza), donde se encuentra la sede del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU), y denunciar el abandono sanitario al que ha sometido el Gobierno de la Comunidad de Madrid a los vecinos. Un viaje de 19 días que podría haber dado sus frutos, pues la ONU parece haberles escuchado.

“Estamos logrando que Agencias de la ONU conozcan y estudien la situación del centro de salud Abrantes y otros centros abandonados”, han celebrado. El centro “abandonado” por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso y por el que los vecinos llevan peleando durante cuatro años es el de Abrantes, que cuenta con siete médicos, diez en el mejor de los casos, para atender a 30.000 personas. Esta situación, con citas prolongadas en el tiempo y un servicio decadente, no es única en Carabanchel, por eso los vecinos luchan por la sanidad de toda una región.

“Llevamos cuatro años sufriendo el abandono de nuestro centro de salud. Sin apenas médicos ni pediatras, la espera para el médico de cabecera es de dos meses”, lamentan varios miembros de la Asamblea. Los vecinos han intentado acudir a las instituciones autonómicas, se han encerrado en el interior del centro de salud a modo de protesta, se manifiestan cada jueves rutinariamente; pero el Gobierno de Ayuso prefiere ignorar la situación de este barrio humilde. “Basta de impunidad por parte de la Comunidad de Madrid. Con la salud no se juega”, denuncian.

Otros centros, como el de Fátima, sufren la dejadez en este barrio y en toda la autonomía con consecuencias dramáticas como la falta de pediatra asignado para más de 300.000 niños, de los estratos poblacionales más vulnerables, según calculan desde la asamblea. “18 Centros de salud de atención primaria caídos, sin personal suficiente”, denuncian, señalando la evidente relación de los lugares más damnificados por este abandono, las zonas trabajadoras y humildes: Fuenlabrada, Pinto, Vallecas o Carabanchel, entre muchos otros.

Reunión con la ONU y la OMS

La rabia por el abandono, el apoyo recibido a lo largo del viaje y un objetivo claro ha terminado por llevar a los cuatro vecinos hasta las puertas de la ONU, donde han sido recibidos. “Nos hemos reunido con el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos”, celebraban a su llegada. “Les hemos explicado la problemática del centro de salud Abrantes y la atención primaria madrileña”, explicaban, asegurando que la acogida ha sido “buena” y revelando que “se han iniciado los mecanismos de defensa para estos casos”.

Además, los vecinos han confirmado que también han podido reunirse con la Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima autoridad mundial en la materia. “Les hemos llevado nuestros planteamientos y demandas. Hemos dado visibilidad de nuestra lucha y nos hemos hecho escuchar”, informaba. Días después de cumplir su objetivo, han sido recibidos en su barrio como héroes y heroínas por otros vecinos de la misma naturaleza, que sufren diariamente las consecuencias de vivir en barrios y ser de clase trabajadora.