EL PAÍS: La Formación Profesional sanitaria está en plena forma y se sitúa entre las más demandadas entre los estudiantes españoles. Esta FP consta de 13 ciclos. Tres son de grado medio (Cuidados Auxiliares de Enfermería, Emergencias Sanitarias, y Farmacia y Parafarmacia). El resto son de grado superior, y abarcan una gama amplia de especialidades: Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, Audiología Protésica, Dietética, Documentación y Administración Sanitarias, Higiene Bucodental, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear, Laboratorio Clínico y Biomédico, Ortoprótesis y Productos de Apoyo, Prótesis Dentales, y Radioterapia y Dosimetría.
La pandemia ha disparado el interés por estos estudios, que no han parado de crecer en los últimos tiempos. El curso pasado, hasta 116.083 personas se matricularon en sus ciclos formativos. La cifra supone el 26,6% del total de alumnos de FP de grado medio en España, según datos del Ministerio de Educación. Es decir, uno de cada cuatro elige estas disciplinas técnicas vinculadas con la salud. El porcentaje alcanza el 18,3% en el caso de las formaciones de grado superior.
“Son estudios que ofrecen buenas oportunidades laborales, ahora y en el futuro, y eso es algo muy atractivo. Tampoco hay que olvidar que España tiene la esperanza de vida más alta de la UE y sufre un envejecimiento profundo de su población, lo que tiene implicaciones importantes en el sector sanitario”, apuntan los codirectores del Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza, Mónica Moso y Juan Gamboa.
Hay más factores que explican el boom de estas titulaciones. Por un lado, la innovación y las nuevas herramientas técnicas vinculadas con la salud favorecen un entorno cualificado para el desarrollo de una carrera profesional. La robotización, el big data y la inteligencia artificial, la telemedicina y la teleasistencia, las tecnologías derivadas del 5G y las unidades 3D, entre otras, son actividades que atraen y motivan a los jóvenes que sueñan con incorporarse al mercado laboral. Otro argumento de peso es el que tiene que ver con la sensación de realizar un trabajo de trascendencia con la sociedad.
Aquí la vocación es fundamental. “Realmente es algo que debe gustar para querer dedicarse a ello”, admite la presidenta de la Asociación Española de Técnicos de Enfermería, Emergencias, Sanitarios y Sociosanitarios (Aetesys), Elvira González. Acostumbrada a impartir charlas de orientación en los institutos a los chicos y chicas que están a punto de terminar los estudios de Secundaria, González reconoce que el rápido acceso a un empleo es algo que atrae a muchos de estos todavía adolescentes. “Los grados medios duran 2.000 horas, con 400 de prácticas, distribuidas en dos cursos académicos. Hay alguna excepción de 1.400 horas, porque todavía están regidos por la LOGSE”, explica. Es lo que ocurre con el grado de Cuidados Auxiliares de Enfermería, el que más éxito tiene entre toda la FP sanitaria. “La tasa de colocación de estos técnicos roza el 100%, la demanda es altísima tanto en la sanidad pública como privada”, comenta. Otras categorías profesionales de esta rama de la FP son menos numerosas en determinados centros médicos. “Pero en general, la empleabilidad de estos estudios es muy elevada”, insiste la presidenta de Aetesys.
En cualquier caso, antes de decantarse por una elección concreta, es imprescindible informarse bien y asesorarse. Esa orientación ayudará al alumnado a conocer cómo va a ser el proceso de enseñanza-aprendizaje en la FP, con el consiguiente equilibrio entre clases teóricas y prácticas. También le servirá para saber a qué tipo de profesión se va a enfrentar (atención a personas enfermas, horarios hospitalarios, emergencias…) y las perspectivas de futuro que ofrece. “Los ciclos de grado medio suelen tener un carácter más asistencial, mientras que los de grado superior tienen un mayor componente tecnológico. El carácter dual de la FP va a permitir que los estudiantes conozcan el entorno real en el que van a trabajar”, coinciden Moso y Gamboa.
Lo cierto es que numerosas proyecciones indican que el mercado laboral necesita técnicos formados en estas disciplinas. El reciente Informe General de Prospectiva 2023-2026 de la Formación Profesional en Cataluña destaca que más del 95% de los municipios con más de 20.000 habitantes prevén una necesidad de personas trabajadoras cualificadas de la familia de la FP sanitaria. La situación se puede extrapolar al resto del país. Conscientes de la situación, las autoridades educativas y sanitarias ya han puesto en marcha distintos proyectos.
Uno de los más recientes es el nuevo Instituto de FP Sanitaria Vall d’Hebron, que comenzará a funcionar el próximo mes de septiembre en Barcelona. Con un equipo de 60 docentes, atenderá a 800 alumnos con una oferta que abarca todo el abanico de profesiones vinculadas al ámbito sanitario. Además de colaborar con otros centros de referencia para posibilitar que los estudiantes entren en contacto con la investigación y las técnicas más innovadoras, este instituto promoverá la internacionalización de los estudios y fomentará la movilidad de quienes asistan a las aulas. Todo ello desde un enfoque atractivo y práctico, para atraer vocaciones y talento a un sector clave para la sociedad que genera miles de puestos de trabajo.
Uno de los centros más innovadores donde estudiar algunas de las titulaciones de Formación Profesional sanitarias con mayor empleabilidad es La Otra FP-PRO2. Ubicado en Las Rozas (Madrid), su modelo pedagógico ofrece al alumnado programas actualizados de forma permanente gracias a su conexión con el ecosistema emprendedor y de empresas. Entre los grados medios de FP que ofrece este centro se incluyen los de Emergencias Sanitarias (dos años) y Cuidados Auxiliares de Enfermería (año y medio). También se pueden cursar otros dos grados superiores relacionados con el ámbito de la salud, ambos de dos años de duración: Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, y Laboratorio Clínico y Biomédico. Estos dos últimos estudios se pueden completar como un doble grado.