EL PAÍS: Antonio Burgueño, ideólogo del modelo Alzira y por tanto del proyecto de privatización de la gestión de seis hospitales de la red pública madrileña, ya no es el director general de hospitales de la Comunidad de Madrid. Tampoco permanecerá en el puesto la hasta ahora viceconsejera, Patricia Flores, que era directora de Atención Primaria antes de su ascenso con el anterior consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty. Ambos no cuentan con la confianza del nuevo responsable de la cartera, Francisco Javier Rodríguez.
El puesto de Burgueño lo ocupará Mariano Alcaraz, cuyo último cargo fue el de director médico del Puerta de Hierro. Antes, había desempeñado el cargo de gerente del Hospital de Cruz Roja. El sustituto de Flores es Javier Maldonado, que era gerente del Ramón y Cajal. Anteriormente había desempeñado el cargo de director médico en La Paz. Además, Manuel Molina será el nuevo director general de Ordenación e Inspección en lugar de Paloma Martín, que pasará a ocupar el mismo cargo al frente de investigación, formación e infraestructuras sanitarias, sustituyendo a su vez a Miguel López-Bravo. “Estos cambios son algo lógico y normal, aun así se mantienen muchos altos cargos”, ha valorado el portavoz regional, Salvador Victoria, que ha destacado que tanto Alcaraz como Maldonado son médicos. Igual que el nuevo responsable de la cartera (Lasquetty es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas).
El nuevo consejero de Sanidad se ha dado dos semanas para remodelar la cartera que heredó tras la dimisión de Lasquetty por el proceso de privatización, al que finalmente la Comunidad ha renunciado al menos en esta legislatura.