Redacción Médica: El ruido en los hospitales es, como dice el sabio refranero español, el perro del Hortelano, que ni come ni deja comer. Las alarmas, monitores, teléfonos y conversaciones siguen estando presentes en los centros sanitarios y hoy en día, con la invasión de nuevos aparatos y tecnología de última generación, los sonidos se han multiplicado. Ruido que lleva a los profesionales sanitarios a cometer, en algunos casos, errores en la medicación o tratamiento, menor rendimiento laboral y más costes de baja por enfermedad; y en el caso de los pacientes a aumentar el consumo de fármacos para el estrés y cansancio nocturno, entre otros.
Ya en el año 2012 se publicó, en ‘Annals of Internal Medicine’, un estudio en el que se concluía que los niveles de ruido en los hospitales llegaban hasta los 80 decibelios (un tren), lo que retrasaba la recuperación de los pacientes ingresados. Una de las deducciones a las que llegaba este informe era que los hospitales necesitan centrarse en el uso de máquinas de arquitectura y diseño acondicionado y, por otra parte, han de dotarse de políticas para eliminar los sonidos perturbadores que dañan a los pacientes (por ejemplo, en esta investigación se observó que aumentaba el ritmo cardíaco).
En España, se han llevado a cabo iniciativas para intentar reducir el ruido. Por ejemplo, hace dos años los hospitales de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir en Córdoba realizaron una campaña que se desarrolló en distintos espacios de sus centros. Con la ayuda de cartelería específica se encargaron de lanzar recomendaciones sobre cómo controlar el volumen de las conversaciones de los familiares que visitasen a los pacientes o el de los teléfonos móviles.
Otro ejemplo fue en el año 2010 de la mano del Hospital de Guadarrama (Madrid) que tomó medidas para reducir sus niveles de contaminación acústica. Con ellas, se consiguió disminuir en diez decibelios sus niveles de ruido y eliminaron los superiores a 70. Asimismo, se contó con un documento de recomendaciones dirigido a los profesionales entre las que se encontraban: respetar los horarios, utilizar un calzado adecuado, dejar las puertas de las habitaciones entornadas o el correcto uso que se debe hacer de pasillos y escaleras.
#FFPaciente lanza un proyecto
Pedro Soriano, creador de la iniciativa #FFPaciente. |
Desde ese año, la situación no ha cambiado y el ruido sigue siendo el fantasma que campa a sus anchas entre las paredes de los hospitales. Por ello, y con motivo de la celebración el próximo 27 de abril del Día Mundial contra el Ruido, la iniciativa tuitera #FFPaciente lanzará una iniciativa para que los pacientes hagan sus aportaciones a través de comentarios en redes sociales o blogs.
Con esta propuesta se busca describir las repercusiones que tiene la contaminación acústica en el proceso de recuperación de los pacientes, informar sobre protocolos ya implantados en infraestructuras sanitarias para el manejo del ruido ambiental, conversar sobre estudios previos y proponer campañas para la disminución de la contaminación acústica.
No obstante, hay que incidir que “es una iniciativa que sale de los pacientes” como declara Pedro Soriano, creador de #FFPaciente. Según este enfermero es un “guiño” que nace a raíz de las peticiones de los ciudadanos para crear conciencia y porque desde los hospitales se está buscando reducir el ruido para que pacientes y profesionales no se vean 'perturbados'.