EL PAÍS: Nuevos recortes acechan al Consorcio Sanitario de Terrassa (CST), el ente público que gestiona el principal hospital local. El CST cerró 2015 con un déficit de cinco millones de euros, lo que obligaría a la Generalitat a intervenir la entidad y suspender su régimen especial de autonomía de gestión. Este régimen exime a los consorcios sanitarios de aplicar medidas que afectan al sector público de la Generalitat (como la retirada de la paga extra a los funcionarios) a cambio de que cierren el ejercicio anual con déficit cero. El CST negocia ahora con el Departamento de Salud un plan de reequilibrio económico que prevé un recorte de 3,5 millones en el capítulo de personal.
Al haber registrado déficit en 2015, la autonomía de gestión del CST pende de un hilo. La Comisión para la Sostenibilidad del Sistema Sanitario ha encargado al consorcio que realice un plan de reequibrio para cuadrar sus cuentas. Cuando se ultime la propuesta, que ahora está negociando con Salud, el Departamento de Economía tendrá que decidir si interviene, de facto, el centro y suspende su autonomía de gestión. La intervención, como ocurrió el año pasado con el hospital de Mataró, no comportaría la caída de la cúpula directiva del centro ni el desembarco de una comisión gestora para hacerse cargo del consorcio (como sí ocurrió con el hospital Sant Pau en 2012), sino que las decisiones económicas del centro pasarían a estar controladas y fiscalizadas por la Generalitat.
El plan de reequilibrio provisional que negocia ahora el CST con Salud propone recortar 3,5 millones de euros en gestión interna, esto es, que afectarían directamente a los profesionales, según fuentes consultadas por EL PAÍS. Ni el centro ni Salud han querido precisar si este recorte se cristalizará en despidos, amortización de plazas tras las jubilaciones o reducciones salariales. Con un presupuesto de 137 millones, el CST gestiona, además del hospital, siete ambulatorios y centros sociosanitarios y de salud mental. En total, más de 2.000 sanitarios asisten a una población de referencia de 200.000 personas.
Para cuadrar las cuentas, el CST también propone aumentar el concierto de actividad contratada con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) en 2,3 millones. La Generalitat haría además una aportación extraordinaria de 3,2 millones de euros para rebajar el déficit histórico del consorcio, que actualmente tiene unas pérdidas acumuladas desde su fundación (en 1988) de 35,6 millones.
Con todo, el CST no ha querido confirmar ni desmentir estas cifras porque, asegura, “el plan de ajuste no está cerrado y estas cifras pueden variar”. Renegociar los precios por ingresos sociosanitarios también es otra medida que se está estudiando para reequilibrar las cuentas.
El presidente del comité de empresa y delegado de Metges de Catalunya, Xavier Lleonart, criticó ayer “el panorama dramático” de la institución. “Los trabajadores ya hemos hecho muchos sacrificios. Desde 2010, hemos cedido 36,8 millones en recortes salariales”, lamentó el médico. Lleonart denunció que la dirección del hospital no permitió al comité participar en las negociaciones del plan de reequilibrio.