PÚBLICO: El Servicio Galego de Saúde(Sergas) acaba de sacar a concurso la prestación de asistencia médica, cirugías, diagnósticos y procedimientos clínicos del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) por valor de más de 97 millones de euros, lo que supone uno de los lotes conjuntos de servicios médicos privatizados más elevados de la historia de la comunidad.

La Xunta ha restado importancia a la licitación asegurando que se trata de la extensión de los contratos que ya mantiene con los hospitales privados desde hace años, pero la oposición en el Parlamento de Galicia ha denunciado que se trata de un paso más en la privatización de la sanidad gallega, entre otras cosas porque, además de su volumen financiero, los nuevos convenios permitirán incluso que el Sergas obligue a los médicos del hospital a acudir a esos centros privados a hacer consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas.

Según los pliegos de condiciones técnicas y de cláusulas particulares de los nuevos contratos, se prevé un presupuesto de 50,48 millones de euros para sufragar procesos médicos, quirúrgicos y pruebas diagnósticas y terapéuticas, y otros 21,74 millones para el tratamiento de hemodiálisis de pacientes con insuficiencia renal.

En total son 72,22 millones de euros, a los que se suman otros 25,28 millones en concepto de “modificaciones previstas”. Es decir, un valor total estimado de casi 97,5 millones de euros. El área sanitaria de A Coruña, de la que el CHUAC es el centro de referencia, es la segunda más grande de Galicia y agrupa a una población de más de 550.000 personas repartidas en 36 municipios de la provincia.Los contratos de los , que tendrán una vigencia de cuatro años, incluyen el pago de servicios por estancia médica en los hospitales privados; procesos médicos y quirúrgicos realizados por personal propio de esos centros y por personal del Sergas; consultas; cirugía menor ambulatoria; sesiones de personal especializado de las empresas privadas para asistir a los cirujanos del Sergas en intervenciones quirúrgicas; procedimientos diagnósticos especiales; estudios preoperatorios; sesiones y procesos completos de rehabilitación; uso de prótesis y material quirúrgico para laparoscopias; alquiler de quirófanos; gastos en la adquisición de sangre y productos hemoderivados, y procedimientos destinados a la detección e identificación de donantes para trasplantes de órganos.

El conselleiro consiguió el pasado martes sacar adelante la reforma de la ley gallega de salud, que reduce el número de áreas sanitarias de Galicia y que permitirá ahondar en el proceso de privatizaciones emprendido desde que Feijóo llegó a la presidencia de la Xunta en el 2009. Hace unas semanas, Almuíña se negó a facilitar las condiciones de un contrato que permitirá a un fabricante de equipos cardiológicos participar directamente en la gestión del área del corazón de tres hospitales gallegos, entre ellos el CHUAC, con personal de su plantilla trabajando en esos servicios.

Según un informe de la Asociación de Hospitales [Privados] de Galicia, el 25% de toda la asistencia sanitaria especializada de la comunidad ya se ejecuta en esos centros, que agrupan casi el 20% de las camas hospitalarias y que atendieron el 27% de las urgencias y el 25% de todos los ingresos, además del 33% de las intervenciones quirúrgicas y el 23% de las consultas externas