EL PAÍS: Los hospitales catalanes contarán este verano con hasta 2.362 camas menos de ingreso en sus plantas. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ya ha puesto en marcha el dispositivo de verano para reajustar la infraestructura y el personal sanitario a las demandas estivales: baja la cirugía programada y se disparan las consultas en la costa catalana, donde algunos municipios quintuplican población. Salud reforzará las zonas de mayor afluencia turística con 481 sanitarios adicionales.
El punto más controvertido de la puesta en marcha del dispositivo de verano es el cierre de camas. Este año se clausurará un número similar al año pasado: de media, se cerrarán unas 1.284 de las 12.978 plazas disponibles. La segunda semana de agosto, se alcanzará el punto más elevado de camas cerradas con un total de 2.362.
Mientras Salud insiste en que esta reorganización es "temporal, flexible y adaptable a las necesidades de asistencia que se produzcan", asociaciones de pacientes y trabajadores critican cada año que el cierre de camas en planta refuerza la presión en las urgencias hospitalarias, saturadas asiduamente por la falta de camas disponibles en planta adonde derivar los pacientes. El CatSalut insiste, no obstante, en que el cierre de camas no pone en riesgo la atención sanitario. "Con estos dispositivos dispositivos se podrá dar respuesta tanto a la actividad programada, que disminuye los meses de verano, como a la atención urgente", apunta el Departamento. Salud asegura que estas medidas se realizan según "criterios clínicos" y sin dejar de hacer operaciones con ingreso y de alta complejidad, "priorizando la cirugía cardíaca y oncológica", agrega.