EL PAÍS: Las restricciones de movilidad, los contagios por coronavirus y el miedo a ir a la oficina dispararon en España el absentismo laboral durante el año pasado hasta un máximo histórico: 1.700 millones de horas, según Adecco Group Institute, un 16% más que en 2019. El impacto fue brutal, conforme a los datos de la consultora laboral publicados este lunes. Es el equivalente a que 937.000 empleados no trabajasen en todo el año, con un coste bruto para la economía de 36.900 millones de euros, el 3,3% del PIB español de 2020.
Francisco Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, recuerda que, en principio, el absentismo no tiene por qué ser algo negativo. El principal motivo fue por enfermedad (el 80%), aunque también se incluyen en este conteo las bajas por maternidad, los permisos remunerados y las faltas injustificadas. A partir de aquí, Blasco añade que habrá que examinar con detalle en busca de posibles patologías del mercado laboral español: “Otra cosa es que las ausencias puedan ser justificadas o injustificadas, que puedan ser o no sancionables”.
El análisis de los datos del año pasado es especialmente complejo, ya que entraron en juego nuevos factores como el teletrabajo masivo, las cuarentenas por contacto con casos positivos de covid-19 o la infección por el virus. “Los datos de 2020 están sesgados al alza”, concluye el estudio, que sitúa la tasa de absentismo —el número de horas efectivas trabajadas sobre el total de horas pactadas— en el 7,1% en 2020. Además del golpe de la pandemia, los datos históricos muestran una tendencia al alza en la ausencia en el trabajo —por motivos justificados e injustificados— en los últimos años. Si en 2013 la tasa de absentismo era de cerca del 4%, creció año a año hasta el 5,5% de 2019.
De cara a los próximos meses, Blasco apunta a que los elevados niveles de absentismo podrían continuar debido a la presión psicológica a la que ha estado sometida la sociedad este último año: “Ojo a los factores psicosociales; los confinamientos y la pandemia van a multiplicar estas patologías, que tienen una etapa silente y luego se manifiestan”.
Pese a que la pandemia afectó principalmente a los oficios de cara al público, el fuerte incremento del absentismo no cambió la dinámica de años anteriores, según ha detallado el director de Adecco Group Institute: “Por sectores el comportamiento ha sido similar, con la construcción como la menos afectada y el sector sanitario el que más, por su sobreexposición al virus”. Este último, la salud, alcanzó un nivel de absentismo del 11,1% en 2020, aunque ya ocupaba el primer puesto en 2019 debido a que el personal sanitario se ve muy afectado física y psicológicamente en el trabajo diario.
En el resto del podio de sectores con mayor absentismo tampoco hay cambios, solo se han acentuado las tendencias anteriores. La administración pública ocupa el segundo puesto en ausencia laboral, seguido del sector del saneamiento, las actividades administrativas, el transporte y las manufacturas.
Por comunidades autónomas tampoco hay grandes cambios. El País Vasco lidera, por mucho, el absentismo en el trabajo, con una tasa del 9%, seguido de Canarias y Baleares. Las islas, muy afectadas económicamente por su dependencia del turismo, han disparado su nivel de ausencia laboral frente a 2019, especialmente Baleares, donde el absentismo se duplicó con creces (un 158%).