Gaceta Médica: Desde el 27 de octubre de 2015 en que se disolvieron las Cortes hasta el nombramiento de Dolors Montserrat como ministra de Sanidad el 3 de noviembre de 2016 ha transcurrido un año. Entre medias, dos elecciones generales con las promesas de los programas electorales y los dos acuerdos de Gobierno. Primero el de PSOE-Ciudadanos que no llegó a triunfar y posteriormente el de PP-Ciudadanos que logró en el Congreso de los Diputados una mayoría simple, gracias a la abstención de los socialistas.
En este periodo en funciones, el Ministerio de Sanidad se ha visto obligado a intervenir en diferentes ocasiones. El pasado abril, el entonces ministro, Alfonso Alonso, convocó un Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), en el que destacaron dos temas sobre el resto. Por un lado, la indicación enfermera, y, por otro, la hepatitis C. El real decreto que regulaba la prescripción para el colectivo enfermero había puesto en contra del ministro a los profesionales y a gran parte de las comunidades autónomas y de los partidos políticos. Alonso informó también en esta reunión que los medicamentos para el tratamiento de la hepatitis C computarían finalmente a déficit.
Los grupos parlamentarios presentaron en el Congreso de los Diputados iniciativas que no llegaron a triunfar por el rápido final de la legislatura y el fracaso del pacto entre PSOE y Ciudadanos que no recabó los apoyos suficientes en el hemiciclo, lo que llevaría a unas nuevas elecciones generales el 26 de junio.
En pleno verano, Alonso abandonó el Ministerio después de anunciar su candidatura a las elecciones en País Vasco, que se celebraron el pasado 25 de septiembre. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, asumió la cartera de Sanidad.
Reactivación del diálogo en empleo
En este periodo, la ministra en funciones reactivó el diálogo en materia de empleo con sindicatos y comunidades autónomas en materia de empleo. Las organizaciones sindicales mostraron su satisfacción después de la reunión, hasta tal punto que se llegó a especular con su continuidad en la sede del Paseo del Prado. De hecho, los diferentes grupos políticos habían presentado proposiciones no de ley para la búsqueda de fórmulas que acaben con la precariedad laboral en el SNS.
Precisamente en aquel momento, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acababa de conseguir una mayoría simple en el Congreso para continuar otra legislatura más en el Palacio de La Moncloa. El pasado 28 de agosto el Partido Popular había firmado un acuerdo de Gobierno con Ciudadanos, entre las que se incluían diferentes puntos sanitarios. PP, Ciudadanos y Coalición Canaria sumaban 170 escaños, a seis escaños de la mayoría absoluta. La situación de bloqueo la rompió el PSOE con una abstención que evitaba unas terceras elecciones generales y que mantenía a Rajoy en el Gobierno.
Finalmente, el presidente del Ejecutivo no se decantó por Báñez. La mantuvo en Empleo y apostó por Dolors Montserrat para dirigir la Sanidad española.
El nombramiento sorprendió a todo el sector. El presidente del Gobierno se había decidido por una persona sin ninguna experiencia en sanidad. El motivo de la apuesta era la participación de Montserrat en las negociaciones con Ciudadanos para la elaboración del documento ‘150 compromisos para mejorar España’, en el que también había estado Báñez.
Su objetivo era situar al frente del Ministerio a una persona conocedora del pacto y capaz de ponerlo en práctica a base de nuevos acuerdos. El texto incluía nueve puntos referentes a sanidad. El único presupuestado es el que hace referencia a la recuperación del Fondo de Cohesión sanitaria con 100 millones de euros anuales, con el objetivo de garantizar la movilidad de los pacientes y la financiación del los medicamentos huérfanos. El Gobierno deberá incluirlo en los Presupuestos Generales del Estado.
El acuerdo incluía otras cuestiones como la precariedad de los profesionales sanitarios, la transparencia, la reducción de las listas de espera, universalidad de la asistencia sanitaria... Muchas cuestiones a las que tendrá que hacer frente Montserrat en esta legislatura.
LOS PROTAGONISTAS
Desde esta imagen en que Fátima Báñez y Alfonso Alonso traspasaron la cartera de Sanidad a Dolors Montserrat han pasado casi dos meses. En este periodo, la nueva ministra ha tenido que reactivar un ministerio con varias ‘patatas calientes’ y que llevaba más de un año parado. De momento ya ha pasado por las Comisiones de Sanidad del Congreso de los Diputados y del Senado. Su último acto del año ha sido la renovación del Pacto de Sostenibilidad con la patronal de la industria farmacéutica Farmaindustria.
Durante la renovación del acuerdo Montserrat estuvo acompañada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El convenio obliga a ajustar el crecimiento del gasto público en medicamentos al del Producto Interior Bruto, de modo que permita al Gobierno cumplir sus objetivos de ajuste presupuestario y garantizar al tiempo el acceso de los pacientes a los medicamentos innovadores. El Gobierno ya ha abierto la mano para que otros proveedores sanitarios se sumen al pacto en 2017.