Marian de León: El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal se celebra cada 12 de diciembre, y es una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017 para destacar la importancia de garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, tengan acceso a servicios de salud esenciales, de calidad y sin enfrentar dificultades financieras. Este día busca sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan millones de personas que carecen de acceso a la atención médica o que, para obtenerla, se ven empujadas a la pobreza debido a los altos costos.
La CSU implica que todas las personas puedan recibir los servicios de salud que necesitan —desde la promoción y prevención, hasta el tratamiento y rehabilitación— sin enfrentar barreras económicas. Esto no significa atención gratuita para todos los servicios, sino un sistema equitativo que priorice la salud como un derecho humano fundamental.
Aunque se han logrado avances en muchas regiones, las brechas persisten, como carencia de acceso a servicios de salud esenciales, pandemias y crisis, o impacto financiero.
Organizaciones no gubernamentales, profesionales de la salud, líderes comunitarios y ciudadanos tienen un papel crucial en abogar por la CSU. Sus esfuerzos complementan las acciones gubernamentales y debieran de asegurar que las voces de las poblaciones más afectadas sean escuchadas, porque la salud no es un privilegio, sino un derecho humano.
La cobertura sanitaria universal no solo mejora la calidad de vida, sino que también es una inversión clave para el desarrollo económico y social sostenible. Al conmemorar el día, se refuerza el compromiso global de no dejar a nadie atrás, porque como dice el lema de este año: "Mi salud, mi derecho".