PÚBLICO: La Policía ha desalojado por la fuerza una concentración de vecinos que en la tarde de ayer se habían encerrado en el centro de salud de Vallecas Federica Montseny para protestar contra la decisión de la Consejería de Sanidad madrileña de privatizar el centro, así como el Vicente Soldevilla y otros centros de Salud Mental del distrito.
Según ha informado una portavoz de la Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CAS Madrid), convocantes del encierro, la Policía se ha llevado detenidas a 14 personas, entre ellas un menor. Diez de os detenidos han sido puestos en libertad hacia las 4.00 de la madrugada y el menor, que había sido trasladado a las diposiciones policiales de Julián Camarillo, no ha salido hasta las 9.00 de la mañana del martes.
Ayer por la tarde, un grupo de vecinos y vecinas de Vallecas, junto con CAS-Madrid y la plataforma Matusalén, llevaron a cabo un pequeño acto de protesta pacífica a las puertas del centro, donde los manifestantes leyeron un comunicado y posteriormente entraron al interior del edificio por miedo a represalias policiales ya que las fuerzas de seguridad locales habían estado pidiendo la documentación a algunos de los vecinos congregados.
Según explican desde CAS-Madrid, después de que el centro se cerrara, sobre las 20.00 horas, gran parte de los vecinos decidieron marcharse a casa, pero unos 15 permanecieron en el interior. Fue entonces cuando, sobre las 22.00 horas, aparecieron 20 furgones de la Policía Nacional y alrededor de 100 agentes que entraron en el edificio y comenzaron a buscar y perseguir a los manifestantes, que ante la llegada de la Policía se habían escondido en el interior.
"Hubo un problema de autorización, pero la respuesta fue desproporcionada", asegura la misma fuente a Público. Los convocantes habían solicitado un permiso para realizar la concentración mediante la vía de urgencia (al menos 48 horas antes), pero la Delegación de Gobierno de Madrid no estimó la petición y por ello carecía de autorización.
Los adultos detenidos fueron trasladados a la comisaría de Moratalaz, donde un grupo de alrededor de 100 personas acudió a protestar y pedir que fueran puestos en libertad. No obstante, también algunos de ellos fueron identificados por los agentes de seguridad.