Cadena SER: La familia de Antonio Torá, un noveldense de 75 años que murió en el Hospital Universitaria Virgen de la Salud de Elda hace cuatro años, espera que la justicia haga su papel y condene.
Los hechos ocurrieron el 17 de enero de 2013 cuando Torá ingresó en el centro hospitalario para extirparle una espina de pescado que le causaba molestias estomacales, una operación sin importancia, a priori, si no llega a ser porque, a los doce días de estar ingresado se le programó una segunda intervención aduciendo que se le había detectado un “cuerpo extraño” y que podría haber cogido una bacteria en el quirófano. Una operación delicada teniendo en cuenta que, siete días antes había soportado un infarto en el propio hospital. El resultado fue fatal, falleció a los pocos días al sufrir otro infarto de miocardio y entrar en parada cardiorrespiratoria.
Ante estos acontecimientos, la familia decidió poner el caso en manos de un abogado quien, ante la solicitud de informes al Hospital, comprobó que, no solo no se había operado por segunda vez sin consentimiento informado, aduciendo que era “de vida o muerte” sino que la segunda operación sirvió para extirpar una especie de tijeras llamadas “pinzasKirchner” que se encontraban alojadas de manera horizontal en su cadera.
Javier Torá es el hijo y portavoz de la familia y así nos relataba los hechos.
En su denuncia no se establece que muriera por el olvido del instrumental pero sí lo consideran determinante. El caso está en manos de los tribunales a laespera de que se abra juicio oral. El fiscal ha pedido cinco meses de prisión para los cuatro acusados, dos cirujanos y dos instrumentistas mientras que la acusación particular establece un delito de imprudencia profesional con resultado de muerte, 2 años y 6 meses de prisión así como inhabilitación de cuatro años y seis meses para los dos cirujanos y un año de prisión y tres años de inhabilitación para los instrumentistas. La acusación también ha denunciado a la conserjería de sanidad. El ministerio fiscal establece una responsabilidad civil de 2.021 euros pero la familia solicita una indemnización de 124.000.
Torá solo quiere que se haga justicia ante la desinformación que sufrieron y que este tipo de situaciones no se vuelvan a dar.
Hay que señalar que el Hospital de Elda ha implantado, tiempo después de este caso, un protocolo para la contabilización de los utensilios que se usan en las operaciones. Una especie de test que los sanitarios deben de cumplimentar antes y después de la intervención, a fin de comprobar que la cantidad de instrumentos que vuelven a las cajas es la misma que sale de ella, cautela que, en el momento de los hechos ,al parecer, no existía por carecer dicho hospital de protocolo para ello y fiando, según declaración de los investigados en un “recuento mental y visual de tales instrumentos”.